Con el fin de hacer un proyecto más inclusivo, el lanzamiento más reciente de la cantante, compositora, productora y actriz mexicana Ximena Sariñana alza la bandera femenina: «A No Llorar» es una canción realizada exclusivamente por mujeres. Sin embargo, esta no es la primera vez: en el 2020, Sariñana lanzó “Una Vez Más”, una producción 100% de mujeres que recibió una nominación a un Grammy Latino.
“A No Llorar”, tercer adelanto de su próximo trabajo, fue escrita por Sariñana, Alejandra Jiménez Quiroga, Natalia Bautista Bello y Susana Isaza Piñeros; y producida por Sariñana junto a Natalia Bautista Bello, Paty Cantú y Marian Ruzzi. El sencillo busca ser ejemplo y referencia: “No quiero decir que es una batalla perdida, pero hay una falta de oportunidad, de conocimiento de mujeres que se dediquen a eso y de referentes”, comparte.
“A No Llorar” también invita a mirar la debilidad con otros ojos. Como lo explica Sariñana: “El amor viene muy acompañado del sufrimiento y eso está bien, no tiene nada de malo. La gente le teme mucho a eso y para mí era un mensaje súper importante”, destaca.
Por Josefina Armendariz
Una canción hecha enteramente por mujeres, ¿cómo te sentís con el trabajo?
Estoy súper contenta y orgullosa de esta canción. Siento que a nivel musical logramos algo súper interesante, me encanta la canción. La fusión que logramos, el sonido, la calidad de la canción, todo. Creo que es una obra muy especial. Me gusta mucho y me representa al 100%. También tiene el trasfondo bonito de darle más presencia a las mujeres en el mundo de la música y creo que se transmitió a la perfección: una canción que se escribe por puras mujeres, se produce por mujeres, el video fue todo liderado por mujeres también. Es bonito tener ese tipo de voces en la industria, que haya una canción así. Creo que es un trabajo ya muy a largo plazo que estamos intentando hacer, que haya cada vez más mujeres en la industria, hacer discos realmente más inclusivos. Tomar inspiración de los movimientos feministas, de las mujeres en la música, de su presencia en festivales y poner nosotras nuestro granito de arena en esa parte también.
Cada vez vemos más mujeres en la música pero, ¿cómo es en áreas más escondidas como la producción?
Ahí es donde creo que tenemos el mayor trabajo por hacer. Por eso hicimos este experimento, decir: “Voy a hacer un disco súper inclusivo” para que haya mujeres en todo el proceso. En la parte de composición, creo que fue bastante fácil encontrar mujeres, aunque extrañamente estos campamentos de composición para mujeres son una cosa rarísima e inusual.
Dentro del proceso ya es más complejo: encontrar productoras mujeres, aunque sea recomendaciones, es difícil. Llegar a la discográfica y decir que estás buscando productoras mujeres es increíble, deberían tener una base de datos. No puede ser que no me puedan mencionar ni un solo nombre. Y no es una falta de talento, no es que a las mujeres no nos gusta la parte técnica porque conozco muchísimas mujeres que se autoproducen. Me incluyo en esa lista, Paty Cantú también, Mon Laferte, Natalia Lafourcade. Son grandísimas productoras que generalmente terminan produciéndose a ellas mismas, pero no lo hacen como oficio. Ahí se empieza a poner complicado… y ni hablar de mujeres ingenieras, ingenieras de mezcla, masterizadoras. No quiero decir que es una batalla perdida, pero hay una falta de oportunidad, de conocimiento de mujeres que se dediquen a eso y de referentes. Al final, creo que en las escuelas de música a lo mejor hay muchas mujeres que quieren ser productoras o ingenieras, pero hay muchas cosas en su contra: ingresan a un ambiente de puros hombres, no hay mujeres referentes, en los créditos de la música que les gusta veas solo hombres… es un círculo vicioso muy difícil de cambiar.
“A No Llorar” y “Una Vez Más” son acciones concretas…
Para mí es poner un granito de arena y decir: “Aquí va una productora mujer”. “Una Vez Más” obtuvo una nominación a los Latin Grammys y todas las que están son puras mujeres. Se realizó en formato de un campamento de mujeres. Hay cuatro compositoras mujeres, mujeres productoras, qué padre, qué increíble, eso tiene una exposición. No es fácil, es más tardado y hay que convencer a mucha gente, pero se va logrando poco a poco.
Es un mensaje fuertísimo pero, ¿qué le aporta un equipo entero de mujeres a la cocina de la canción?
Creo que le da importancia al mensaje primordial. A la sensibilidad que tiene la vulnerabilidad. Es un balance muy, muy, muy perfecto el que se tiene que hacer. Por un lado, porque estamos utilizando el trap, que es de una personalidad muy dura. El tema tiene esta rítmica muy dura y a la vez está hablando de un tema súper sensible: la apertura a la vulnerabilidad. Creo que eso se logró gracias a las productoras que tenían ese mensaje muy claro. Me ha pasado, una de las grandes diferencias que encontré produciendo música pop con hombres y con mujeres es que las mujeres somos mucho más conscientes de lo que se está diciendo y de la importancia del mensaje. Con hombres me ha pasado que digan “estamos hablando de esto, pero también estoy diciendo esto». Creo que le dio sensibilidad e hizo que el mensaje fuera contundente.
¿Cómo surgió la idea del llanto?, ¿cómo te llevás vos con el llorar?
El cometido principal de las canciones que se escribieron en esa etapa era escribir siempre del amor y de las relaciones amorosas, de los distintos tipos de amor, siempre con una mirada de absoluta felicidad y positividad. El amor tiene sus altos y sus bajos y cuando te enamoras vas a llorar, de la felicidad, o si lo pierdes. El amor viene muy acompañado del sufrimiento y eso está bien, no tiene nada de malo. La gente le teme mucho a eso y para mí era un mensaje súper importante y es un tema que revisito, revisito y revisito desde el principio de mis álbumes. Pienso mucho en esto de “la vida no es fácil”, “hay que llorar”, “prefiero tener la experiencia a no haberla tenido”, “llorar a no llorar”.
Personalmente, con el llanto ni te digo. Soy mamá y mis sentimientos están a flor de piel todo el tiempo, lloro mucho de todas las cosas. Siempre he sido muy sensible y creo que estamos muy acostumbrados a que nos digan que llorar no está bien, que es malo, que es de niñas, y eso es una violencia de género muy sutil. Como si quisieran apagar todo lo que tiene que ver con la mujer, incluidas las emociones, el llanto, no hay espacio en la sociedad para eso. Por eso creo en los movimientos de mental health, está bien hablar de las emociones en espacios de trabajo, expresar, sufrir, deprimirse, hablar de lo que estamos viviendo. Eso es parte de lo mismo y otra manera de ser feminista.
¿Cuál fue la intención del video?
Era muy importante que esto se reflejara en la parte visual. Que la gente entendiera que ha habido muchas mujeres y que hay una fuerza en el llorar. Tenía muy claro que quería que sea en un espacio abierto, lleno de naturaleza, con una presencia femenina muy fuerte. Ahí agarré a estas chicas de Iglú, con quienes había hecho el video de “Una Vez Más”. Ellas le dieron el giro con la coreografía, los vestuarios y lograron una imagen muy poderosa, que era lo que yo estaba buscando.
¿Cómo te sentís y qué buscás generar con todo esto?
Siento lo que siento con todas las canciones: puse una pequeña parte de mí reflejada en la música, esta canción me resulta sumamente especial por lo que logramos con la música y por todas las personas involucradas en hacer esta canción una realidad. Mi deseo es que la gente logre ver la magnitud, la profundidad de la canción y creo que lo ha logrado. En los comentarios veo que la gente menciona que es una canción muy poderosa, muy fuerte, se entiende esta feminidad que tiene y la gente ha conectado de forma increíble con ella. Estoy muy feliz.
¿Qué sigue este año?
Ahorita hay mucha música, esperamos que la parte de conciertos se reactive, tengo muchísimas colaboraciones grabadas esperando por ver la luz, muchas canciones que yo grabé que son parte de este nuevo álbum y este concepto: mucha, mucha, música en los próximos meses y esperar que la cosa se reactive para poder visitar otros países.