Así como después de cada tempestad llega el momento de sosiego, el 27 de enero Wiz Khalifa asoma en el escenario del Luna Park con la serenidad de quien camina por un parque. Vestido con una camisa blanca —que al estar desabrochada permite ver un torso penetrado casi en su totalidad por la tinta—, un pantalón negro, una cadena dorada, anteojos de sol y boina, fuma tranquilamente uno de sus habituales y largos cigarrillos de marihuana con papel Raw.
No obstante, apenas unas horas antes de que el reloj marque las 21, Khalifa se encontraba en una pelea virtual con Kanye West. ¿El motivo? El marido de Kim Kardashian le cambió el nombre a su próximo álbum por Waves. Khalifa sintió insultado el legado del rapero Max B, quien usualmente utilizaba la palabra waves en sus canciones y terminó por convertirse en un movimiento.
La calma con la que entra se transforma en éxtasis en el momento en que agarra el micrófono y empieza a sonar Respect, del mixtape Cabin Fever 3 (2015). Sigue Staying Out All Night, una alabanza a la fiesta nocturna que pertenece a su último álbum, Blacc Hollywood. A pesar de que quedan lugares por llenar, el estadio está rebalsado de exaltación. Contantes, las manos de los cuerpos con remeras holgadas se balancean para adelante y para atrás alentando a su anfitrión, que esa noche filma imágenes para un futuro video.
Lo acompaña una banda que no tiene mucho protagonismo, pero que suena prolija y clara. Está compuesta por una batería, dos teclados, un bajo y un DJ. También, están presentes algunos amigos —su Taylor Gang—que lo siguen en su South America Tour. Todas las miradas se las lleva el cantante, que con un histrionismo excepcional, sacude la cabeza y salta por todo el espacio escénico. Mueve la pelvis, se tira al pogo, acepta regalos —aunque al recibir un corpiño, lo tira por los aires— e incita a que el público grite. Es una grata bienvenida a las estrellas internacionales del hip hip que visitarán el país este año: Eminem y Snoop Dogg se presentarán en marzo en el Lollapalooza.
Esta semana se viralizó un video en el que Khalifa practicaba la técnica del freestyle sobre las bases de Hello, de Adele. Puede confirmar su talento en su primera vez en la Argentina. Improvisa partes en las que alude indirectamente a West y culminan con el remate: ¡Fuck Kanye! Interpreta temas de su álbum Blacc Hollywood, 2014, como We Dem Boyz, KK, Ass Drop, No Gain, Raw y You And Your Friends. De O.N.I.F.I.C, 2012, se reconocen Work Hard, Play Hard y Paperbond. También, repasa su álbum de 2011, Rolling Papers, con Black And Yellow, When I’m Gone, On My Level y Roll Up. Para los fanáticos, sorprende con temas de mixtapes como Mezmorized, Gang Bang, Taylor Gang, Real Estate y James Bong.
Deja para el final Young, Wild & Free, canción en la que la audiencia coreó más fuerte, y See You Again, el emotivo homenaje dedicado a su fallecido amigo Paul Walker que escribió para Rápidos y Furiosos 7. El tema está nominado al Grammy como “Mejor canción del año”, “Mejor dúo pop”, “Mejor canción escrita para una película”; al Golden Globe como “Mejor canción original”; al Critic’s Choice como “Mejor canción” y al People’s Choice Awards como “Canción favorita”. Asimismo, ocupó la cima del Billboard Hot 100 por 12 semanas.
Luego de una hora y cuarto de show, Khalifa se despide con el bis: Bake Sale, su último lanzamiento que cuenta con la colaboración de Travis Scott. Con ganas de más himnos al cannabis y referencias a la vida gangsta, la gente se retira, seguramente ansiosa de escuchar su próximo álbum, que saldrá el 5 de febrero.
Imágenes: Gigriders