Los límites de los géneros musicales suelen ser tan rígidos o endebles como los músicos lo deseen; atravesarlos implica arriesgarse y no todos están dispuestos a hacerlo. En una industria en la que todos pelean por sonar igual, Volbeat combina el rockabilly, el metal y el rock clásico con naturalidad. Antes del Lollapalooza (18 de marzo, día 3), el vocalista de Volbeat, Michael Poulsen, descansa en su casa en el frío invierno de Dinamarca, listo para el calor del público argentino –al que todavía no conocen−.
Además del show del Lolla, tienen agendado un sideshow (21 de marzo en Vorterix). ¿Qué clase de recitales veremos?
−Tenemos que armar los setlist, todavía no los tenemos listos. Actualmente estamos tocando y creando mucho material nuevo y en un par de semanas vamos a comenzar los ensayos para el tour. Como será nuestra primera vez, vamos a tocar canciones de diferentes discos, así la gente puede escuchar canciones de todas las épocas. Esperamos que a la gente les guste así volvemos.
Seal The Deal & Let’s Boogie (2016) es un álbum más melódico y menos heavy que los anteriores. ¿Con qué clase de sonido nos vamos a encontrar en el nuevo disco?
−Incluso cuando ya tenemos seis canciones listas, es difícil saber cuál es la dirección que va a tomar el disco y en qué se va a transformar. Muchas veces las canciones cambian mientras las estás preparando: un día suenan más rock, al otro más heavy… lo único que puedo asegurar es que suena como Volbeat y tendrá elementos de cada una de nuestras etapas, pero a la vez nos estamos desafiando a hacer cosas que no habíamos hecho nunca.
Creciste escuchando a los artistas que ponían tus padres, como Elvis, Johnny Cash, Chuck Berry, y luego como adolescente empezaste a escuchar heavy metal. ¿En qué momento decidiste que ese aprendizaje podría mezclarse y podías hacer música con eso?
−Cuando fundé esta banda no quería encasillarme en ningún género, quería que solo se tratara de componer la música que me gusta; para mí no es importante el género mientras suene a Volbeat. Al principio cuando comenzamos era como ‘¿Qué es esto que estamos tocando? ¿Qué estilo es?’, pero luego te rendís y decís ‘¡Qué importa qué estilo es!’ Es música y solo se trata de eso, de las cosas que te inspiran y te gustan.
¿Cuánto cambió tu carrera con la llegada de tu hija?
−De golpe te das cuenta que no todo se trata de vos, tenés una personita que está primero ahora, y es una especie de alivio para mí, porque mi cerebro está trabajando todo el tiempo cuando se trata de la música, y a veces se torna estresante, todo gira alrededor del trabajo. Pero desde que nació estoy concentrado en una pequeña hermosa que necesita mi atención, es adorable. También es una gran motivación para cuando vuelvo de gira, porque siempre hay algo nuevo para aprender con ella. Por supuesto que es un gran cambio en mi vida, pero es un lindo cambio.