Las rimas y los riffs tienen, muchas veces, más poder de provocar cambios que las bombas y las balas. Poco después de la Guerra de Vietnam, el grupo Bad Brains se manifestó en contra de la plaga internacional del apartheid y la codicia corporativa sinónima de los ochentas en América. Public Enemy apuntó contra el racismo endémico e institucional en su álbum Fear of a Black Planet, cuatro meses antes de que la Operación Tormenta del Desierto descendiera en el Medio Oriente.
En el 2018, lamentablemente, muchos de estos problemas sociales siguen vigentes pero The Fever 333 vino a aportar una nueva cuota de activismo musical. “Al menos para mí, y para mi generación, estamos en uno de los momentos más polarizados que yo puedo recordar”, comenta al teléfono el cantante Jason Aalon Butler. Pero luego continúa con esperanza: “Creo nuestra generación tiene la posibilidad y el potencial para cambiar las cosas. No solo por las condiciones tecnológicas sino por la forma de ser y la actitud que tenemos, de sacar más de nosotros mismos y de los demás”.
Cuando comenzaste con la banda hiciste un post en tus redes sociales que decía: “A aquellos que quieren cambiar, aquí hay alguien para iniciar la conversación” ¿Qué estabas tratando de decir? Porque es una declaración de postura clara.
− La conversación es poder, y el poder tiene que ver con el orden de lo político, esos que quieren mantener la idea que es solo un pequeño grupo de personas el que debe perpetuarse en el poder. La conversación de la que yo estaba hablando tiene que ver con que entiendas y reconozcas cuál es tu poder, y te des cuenta que está mucho más allá de las cosas que te dijeron que creas mientras crecías y se suponía que tenías que creer. Desde nuestro lugar tratamos de reconocer y darle valor, resaltar el poder de la gente. De eso se trata de ser parte de la conversación.
Sus shows son más una “demostración” que un recital. ¿Puedes explicarme la diferencia entre ambas?
− Esencialmente tratamos de ofrecer un espacio a la gente para que se sienta libre, un espacio para que la gente pueda expresarse y exponer las ideas que ellos quieren ver representadas. Que puedan expresarse sin sentirse juzgados o mirados. Queremos resaltar y hablar sobre diferentes temas que no son esencialmente los que están en la agenda o en el centro de la escena por estos días. Así que respondiendo tu pregunta ofrecemos a las personas un espacio para que demuestren la forma en que son, o que quieren ser, en nivel de expresión y libertad, sin ser juzgados.
¿La música puede cambiar el mundo?
− Hablando este lenguaje de la música, sin querer sonar como un cliché, es un lenguaje que la gente vive y siente. Además hay que tener coherencia y ser parte, no solo decirlo, si escribís una canción, tener que estar al 100 % acerca de las cosas que decís, tenés que vivir esa vida. Y además de decirlo tenés que hacerlo. La forma de cambiar el mundo es ser parte de ese cambio y no solo andar diciéndolo.
No creo que sea fácil de hacer, sobre todo desde el escenario de una banda de rock
− Si te tengo que ser honesto, no creo que sea fácil para nadie, pero hay que tomar las cosas como son y dar lo mejor de uno mismo.
Su música e ideas tienen una gran conexión con Rage Against The Machine. ¿Qué piensas de una comparación con una banda así?
− Me encanta, creo que ellos son el horizonte sobre cómo pararse políticamente para realizar activismo y hacer rock and roll a la vez. Me encantan, ellos abrieron el camino para nosotros y muchas otras bandas que hablan de la sociedad y la política. Gracias a ellos hacemos lo que hacemos.
Las entradas para su show en el festival Lollapalooza Argentina se pueden conseguir por sistema AllAccess.