La maquinaria de Tan Biónica no se detiene. Luego del Tour Destinológico, que fue visto por 1 millón de personas y culminó en diciembre pasado con un show para 20.000 personas en el Hipódromo de Palermo, la banda lanzó Hola mundo, su cuarto álbum de estudio, con el que Chano Moreno Charpentier, su hermano Bambi, Diego Lichtenstein y Sebastián Seoane buscarán incrementar su presencia en México y España.
Hola mundo es una impecable y ambiciosa producción pop. La banda contrató a la Orquesta de Praga, buceó en la enorme colección de sintetizadores analógicos del músico Ernesto Romeo e invitó a Juanes, una voz reconocible en toda la región, que servirá para abrir puertas en el exterior. Las mezclas las hizo Rafael Sardiña (Stevie Wonder, Alejandro Sanz, Luis Miguel) en Los Ángeles. En diálogo con Billboard, Bambi habla sobre la grabación del álbum que Tan Biónica presentará el 13, 14, 15 y 16 de agosto en el Luna Park.
¿Hola Mundo es un disco de quiebre o de transición en la carrera del grupo?
– Es un álbum que puede ampliar las fronteras, pero no hay un trabajo especial o jugada de marketing para expandirnos en Latinoamérica. Llevar nuestro mensaje a otros países no necesariamente nos hizo componer o escribir de una manera particular, porque últimamente nos da la sensación de que todo está sucediendo al mismo tiempo y en todos los lugares. No hace falta hablar en neutro para hacerse entender en un barrio en México. Si bien Hola mundo no tiene raíces folklóricas y hay mucho de nuestra idiosincrasia porteña, el sonido es más amable a otros oídos que no están acostumbradas a escuchar rock argentino.
La inclusión de Juanes en Un poco perdido sin duda va a servir como carta de presentación en algunos países.
– Seguramente. Pero nuestra relación con él se dio de manera natural, artística. Lo conocimos en una entrega de premios de una radio en Buenos Aires, luego fuimos a cenar, le pusimos unos auriculares y le mostramos la canción. Le encantó y nos dijo que quería participar. Juanes representa un sonido latinoamericano integral, que no pertenece a un solo país, más allá de que todos sabemos que él es colombiano.
Es la primera vez que vos y Diega figuran como productores. Antes el crédito de producción recaía en la banda.
– Era un rol que ya desarrollábamos en el grupo, pero el hecho de ponerlo en los créditos fue más una decisión de nuestros compañeros que de Diega y mía. Ellos nos otorgaron con generosidad ese crédito. Siempre poníamos “producido por Tan Biónica”. Pero esta vez asumimos formalmente ese papel. Fue maravilloso, pero difícil, porque dentro del grupo tenemos una amistad y un compromiso muy profundos. Eso generó algunas batallas, pero al tener la producción a cargo nos permitió tener la última palabra [risas].
Nos pudimos dar varios gustos: grabamos a la Orquesta de Praga en Los Ángeles en el tema que abre el álbum (Hola mundo) y en Las cosas que pasan. Generalmente, hago los arreglos orquestales, pero no tengo ningún tipo de técnica, lo hago con intuición. Entonces con Diega decidimos incorporar a EdyLand, que tiene mucha experiencia en la grabación de música incidental para películas. También nos sumergimos un par de días en el estudio de Ernesto Romeo [ex Pez y Klauss] que tiene como 100 sintetizadores analógicos y nos pegamos un viaje impresionante. Estamos felices y conformes con el álbum.
¿Qué aportó Rafael Sardiña en las mezclas del álbum?
– Nos sacó de nuestra zona de confort. Te encontrás con otros métodos, otras velocidades y eso nos llevó a un lugar diferente. Nos resulta muy atractiva esa situación como grupo: cuando vos tenés un plan, una fórmula, te cruzás a otra persona que cambia tu arte y caés en un casillero completamente diferente.
No me atreví a sugerirte que te mueras es una canción que rompe el clima del álbum. Recuerdo que cuando invitaron a la prensa a escuchar los demos de Hola mundo, dijiste que se la dedicaron a tu padre, que murió de un cáncer terminal.
– Es una canción de cuna que Chano transformó en un tema pop. Estaba trabajando la melodía en el piano de mi casa y me gustó tanto que le mandé un video en ese momento con lo que estaba componiendo. Él me respondió con un par de indicaciones y me dijo: “mañana la grabamos”. Si bien es muy personal la letra, se puede aplicar a muchos momentos de la vida en donde lo mejor es terminar con algo para aliviar una situación dramática. Es la canción que cierra el disco y tiene un valor muy especial dentro de nuestro sentimiento y carrera.
Extracto del artículo que salió publicado en la edición de junio de 2015.