Cuando Sebastián Fernández se puso de novio con una chica a los 17 años, nunca pensó que sería la sobrina de Jimmy Page. A partir de entonces, construyó su propia escalera al cielo: tuvo la oportunidad de visitarlo en su casa en Londres y conocerlo en la intimidad de su familia. Además, fue el nexo entre el héroe de Led Zeppelin y el Berklee College of Music, el prestigioso conservatorio de Boston donde Sebastián Fernández se formó como músico. Todo quedó registrado en un concierto donde Page recibió el Doctorado Honorario por parte de la escuela, y donde el argentino se lució tocando temas de Led Zeppelin frente a diez mil personas junto a su banda, Stone Giant.
En marzo próximo, Fernández va a cumplir otro sueño: tocar por primera vez en la Argentina junto a sus compañeros extranjeros: el tecladista Joao Nogueira (Brasil), el bajista Pedro Zappa (Portugal) y el baterista Pepe Hidalgo (Chile). Y lo harán nada menos que en el festival Lollapalooza, donde presentarán temas de su único álbum hasta el momento, de atmósfera grunge y stoner-rock y masterizado en Abbey Road.
¿A qué edad entraste a Berklee?
Me acuerdo que entré y al toque cumplí 21. Saqué la visa de estudiante para entrar a Berklee y me fui. Por suerte, mi viejo me bancó. Él fue banquero durante muchos años y nunca me impuso una carrera. Quizás yo de chico flasheaba ser futbolista.
El Lollapalooza va a ser un primer paso grande en la Argentina…
Va a ser la primera vez que mis compañeros vienen. Yo arranqué la banda hace cuatro o cinco años con el tecladista apenas entré a Berklee, pero tuvimos mucho recambio. Recién hace dos años y medio que se armó el grupo definitivo. Estuvimos tocando mucho por Boston y por Nueva York. También hicimos una gira por la Costa Este, abriendo algunos shows para los Enanitos Verdes. Siempre me imaginaba volver, aunque sea para tocar en un barcito, pero tocar en el Lollapalooza va a ser increíble.
¿Cómo resultó para vos la experiencia en Berklee siendo un tipo más rockero?
Al entrar y ver tanto jazz, pensé que tenía que tocar sólo eso. Pero conocés de todo. Aprendés un montón de cosas que al principio te pueden aburrir, pero después se te meten en la cabeza y es increíble. Siempre fueron muy jazzeros, pero el rock tuvo su renacimiento, y siento que con Stone Giant hemos ayudado un poco. Nunca hubo algo tan rockero como lo de Jimmy Page.
¿Vos tuviste algo que ver con que se concretara su visita?
Tengo un contacto con él desde hace mucho tiempo, y se lo propuse a Berklee. Ellos entregan los Doctorados Honorarios, se lo han dado a BB King, a Steven Tyler, a Willie Nelson… a un montón de gente. Cuando les dije que era Jimmy Page, ni lo analizaron. Los puse en contacto y nunca me imaginé que se iba a dar. Jimmy dijo que sí. No quería tocar porque es muy selecto con eso, así que terminamos haciendo un concierto para diez mil personas en el estadio de Boston University, con él entre el público. Tocamos Led Zeppelin y otras cosas.
¿Qué dijo sobre el homenaje?
Le encantó. Yo lo veía todo el tiempo mientras tocaba, y lo veía sonreír.
¿Vos ya lo conocías personalmente?
A los 17 me puse de novio con una chica inglesa. A los cinco meses, me contó que era la sobrina de Jimmy Page [risas]. Yo era fan de Led Zeppelin, y en ese momento, más todavía. Fue una locura. A los 19, fui para allá y lo conocí. Estuve con su familia, todo. Cuando me vio tocar, se abrió. Vio que estaba en la misma onda. Me acuerdo perfectamente: yo estaba tocando y de la nada él venía, se acercaba y me miraba. Se copó y después me llevó en taxi al aeropuerto. Es fanático de Carlitos Tévez, de la época en que jugaba en Manchester [risas].
Imagino que, después de eso, te hiciste un buen lugar dentro de Berklee.
Hice contactos con todos, hasta con el Presidente del colegio. Fue una forma muy buena de terminar la carrera.
¿Qué planes tenés con Stone Giant?
Tenemos muchas ganas de girar. Después de tocar acá, vamos a volver a Estados Unidos para ver si podemos tocar en el Lollapalooza de Chicago. Quizás podamos ir a Europa, también. A lo mejor, con la prensa que podamos generar con Lollapalooza podamos hacer algunas fechas en Sudamérica. Lo ideal sería que una banda grande nos invite a abrirle toda la gira, como nos pasó con los Enanitos Verdes.
Foto: Nicolás Fernández