“Le mentí a mi mamá y mi manager”, cuenta Stefano Marocco y le sonríe a su manager, que lo acompañó a la oficinas de Billboard. El cantante rosarino de 25 años tuvo que faltar a la verdad para tomarse un vuelo kamikaze a México D.F. y hacer el casting de La Voz México 2017. “Me presente sabiendo que iba a quedar”, dice con excesiva tranquilidad. Antes de quedar en el certamen de TV, Stefano tenía tan solo dos singles publicados y una pequeña base de seguidores en Instagram que consiguió a fuerza de covers. “En el casting tenés que pasar por cuatro etapas y yo fui de la primera directo a la última”, continúa con la historia. En la cuarta etapa, se le pregunta al participante si vive en el país donde realiza el reality, y Marocco volvió a mentir. “Uno de la producción me adelantó que dijera que sí porque sino no te eligen”, confiesa.
En la primera audición frente al jurado que conformaban Laura Pausini, Maluma, Carlos Vives y Yuri, la voz del rosarino hizo que los cuatro artistas se dieran vuelta apretando el botón. Finalmente, Marocco se unió al equipo de coach de Pausini. “Pegué onda con Laura y se dio todo muy genuinamente”, cuenta. La relación se mantiene hasta el día de hoy: Stefano abrió para la cantante en el Arena Ciudad de México y en el Luna Park de Buenos Aires en agosto.
Pero esta no fue la primera experiencia del cantante en un reality de TV. En 2012 había superado todas las instancias de casting de La Voz Argentina pero unos días antes de rodar su presentación le avisaron que no se realizaría. “Nunca me enteré por qué, aunque hoy ya lo sé. Dios o el universo hizo que sucedería para que se desencadenara todo esto”, comenta en referencia a su prometedor presente.
El rosarino dejó los covers instagrameros de lado y lanzó su carrera solista con una trilogía de baladas. “El silencio de tu voz”, “Cuéntame el final” y la más reciente, “Frío”. “Con estas canciones voy a marcar mi camino en la música. La idea fue traer la balada a la actualidad”, explica. Mientras el mundo de las grandes voces y las canciones de amor queda reservado para los grandes nombres, Stefano arriesga por una renovación en el género. “Le dimos una vuelta de tuerca a la balada clásica, le metimos muchos coros de estilos gospel y arreglos aggiornados a estos tiempos”. El rosarino tiene como referentes a Sam Smith y Bruno Mars, aunque también está muy atento a nuevos artistas que se animan a lo melódico: “Me gustaría colaborar con Jesse Báez”. Luego, pone en la mesa ejemplos de baladas 2.0. “Los Illya Kuryaki metieron ‘Sigue’ en su último álbum y después Dante se fue a lo melódico en su nuevo disco solista. Dante es un artista con el me encantaría trabajar”.
Al igual que la mayoría de sus colegas, Stefano entró de lleno en el mundo del single. “Estratégicamente nos pareció lo mejor, por un tema de cómo es la demanda hoy”. Aunque tampoco descarta la idea de lanzar un EP para fin de año. “El single nos funciona y nos agrada pero editar un álbum siempre es muy atractivo”, dice.
El 20 de septiembre presentará su material original en el Teatro Sony. Las entradas se pueden adquirir por TuEntrada.com.