
Lejos de toda la mutación que está viviendo la música popular en nuestro país y en el resto del mundo, la canción romántica continúa creciendo más fuerte que nunca. Cantar sobre cosas simples en afán de elevarlas sin caer en lugares comunes no es una tarea sencilla. Sofia Campos es un ejemplo de esto. La cantautora suena como un paseo lento y bello por las calles de alguna ciudad a esa hora en que el naranja del atardecer avanza sobre todo y nos conmueve.
Sofía nació en Argentina y vivió su infancia en Brasil. Desde chica estuvo en contacto con el canto y con la guitarra, haciendo clases y tocando covers. Encontraba la mayor satisfacción al momento de cantar en vivo. Fue en Brasil que se dió su primer contacto con la música popular brasileña, especialmente con la bossanova. Dice haber sido influenciada por artistas como Elis Regina (de ella sus interpretaciones y su voz) y Caetano Veloso (de él sus letras y melodías), aunque sospechamos, deben haber muchas otras.
Su universo son las playas, la selva, los lugares gastados por el tiempo, todo lo bueno que hay en lo malo. Es una de esas artistas que buscan contagiar algo de luz donde no la hay, involucrar a la gente en el trance momentáneo que solo los géneros más orgánicos pueden lograr.
Su EP debut, Rosa Laranja, fue lanzado en marzo del 2018 como primer intento de presentar material propio, ya que hasta el momento había sido más performer que otra cosa. Sus cuatro canciones: “Tanto”, “Dos Ríos”, “Cafuné” y “Rosa Naranja” surgen de la urgencia por explicar su pequeño pedazo de mundo, sus influencias principales y el espíritu general de su música. El EP fue producido y grabado por Lalo Larrosa.
Rosa Laranja sirvió como forma de comprobar que la creación de su propia material era lo que le estaba faltando para sentirse completa. Así fue que el año pasado, con disco en mano y ganas de seguir explorando el mundo, se fue a vivir a México, donde contactó a Gustavo Guerrero, productor de (entre otros) Natalia Lafourcade, otra de las grandes influencias de Sofía. Con él estableció una suerte de amistad que los llevó a grabar su próximo disco en el estudio El Desierto. El resultado son once canciones que siguen construyendo el universo de Sofía.
El 2 de agosto se publicó el primer single: “Salvar el fuego”. Para el disco completo habrá que esperar a fines de octubre de este año. Primero lo presentará en Ciudad de México junto con un grupo de músicos de allá. Luego, volverá a Buenos Aires el 12 de diciembre para presentar el álbum en La Tangente, también con banda. A pesar de que su voz y guitarra alcancen, Sofía busca siempre incorporar la sensibilidad de otros músicos, ya que para ella, es eso lo que termina de definir la fuerza y alma de su proyecto.