Casi como un espejo del momento, Sofía Campos escribió «Verde Nocturno» en los primeros meses de la pandemia. Íntima y nostálgica, su canción sobre la soledad y la incertidumbre se convirtió en el pasaje a cumplir uno de sus sueños: cantar con Natalia Lafourcade.
Sofía conoció a Lafourcade en una charla en Buenos Aires en 2017, incluso antes de lanzar sus canciones. Tres años después, una marcha por el Día Internacional de la Mujer las volvió a encontrar. Sofía le compartió su música y meses después, la artista aceptó la invitación a cantar juntas en “Verde Nocturno”. «Por alguna razón yo estaba muy segura, desde hace mucho, de que algún día iba a pasar», revela.
El sencillo, producido por Matías Cella, cuenta con las participaciones de Alexandre Kassin en el lap steel; Guillermo Salort en batería y percusión; Sofía en guitarra española y Cella en guitarra eléctrica, programaciones, OB6, percusión y bajo.
Con un EP y un LP en su recorrido, Sofía Campos prepara el terreno para su próximo trabajo discográfico y celebra: «Aprendí que haciendo las cosas con corazón y honrando el proceso, se acercan personas muy especiales en el camino y pasan cosas mágicas y hermosas».
¿Qué es el «Verde Nocturno»?
El verde nocturno es esa sensación de incertidumbre que de repente te abruma. Es encontrarse, por un lado, con nuestras sombras, nuestra inevitable finitud, nuestra vulnerabilidad, con el paso del tiempo; las cosas que te duelen e incomodan. Y por otro, con nuestra fortaleza. Es esa introspección íntima y, a veces incómoda, que sirve como punto de partida para seguir. Es entender la oscuridad como parte tuya y de tu luminosidad.
¿Por qué decidiste invitar a Natalia y qué sentiste cuando aceptó?
La invité porque era uno de mis sueños. Su música y autenticidad me conmueven y me inspiran. La idea de compartir una canción con alguien que admiro tanto y que es un referente tan fuerte, parecía ser una locura imposible. Por alguna razón yo estaba muy segura, desde hace mucho, de que algún día iba a pasar. Me dio mucho vértigo preguntarle. Justo nos habíamos encontrado en una marcha por el Día Internacional de la Mujer, en CDMX, y tuve la oportunidad de que después escuchara mis canciones. Más adelante, le mandé «Verde Nocturno» sin nada, solo guitarra y voz, para proponerle la colaboración. Fue muy emocionante cuando aceptó. Llamé a mi mamá para contarle y tengo que admitir que hubo un poco de llanto de alegría. Es un regalo poder revivir lo que pasó una y otra vez escuchando la canción terminada. Todavía me da piel de gallina. Es un honor muy grande que haya participado Natalia.
¿Qué aprendiste con el proceso de esta nueva canción?
En el proceso de grabar esta canción y este disco, aprendí a escuchar las ganas sinceras y hacerles caso; a escucharme y confiar en mi voz y en mi trabajo. Además, aprendí que haciendo las cosas con corazón y honrando el proceso, se acercan personas muy especiales en el camino y pasan cosas mágicas y hermosas. Todos los que participaron en este lanzamiento fueron personas muy talentosas y generosas que se convirtieron en aliadxs y amigxs. Me siento muy agradecida por haberlas conocido. Como este es un proyecto independiente y auto-gestivo, que se arme una red de apoyo hace que todo fluya mucho mejor; ya no estás remando sola.
¿Qué te transmite a vos tu canción?
A mí me genera mucha nostalgia. Como una sensación agridulce. Cuando compuse la canción, salió bastante de un tirón porque estaba muy sensible por angustias y miedos que estaba sintiendo. Creo que ahora la entiendo mucho más que antes y me da ánimo y esperanza. Lo doloroso también es parte de estar vivos y también nos hace conocer nuestra fuerza y valorar lo que importa de verdad.
¿Qué fue lo que más trabajo te llevó?
El rodaje del video fue muy desafiante. Nos fuimos dos días a Villa del Carbón (en el estado de México) a unas cabañas bastante alejadas y al lado de una presa. No había electricidad ni señal. Nos agarró muchísima lluvia y eso nos complicó mucho. Grabamos a cualquier hora de la madrugada, dormimos 2 horas, y la cantidad de lluvia y el frío, hizo que todo fuera muy agotador para todxs. Me sorprendió la iniciativa de todo el equipo de grabación y de la directora, Giuliana Tommasi, de seguir motivados y con energía; de seguir adelante a toda costa. Después de toda esa locura igual el video quedó muy especial y le aporta un mundillo visual muy lindo a la canción.
Hablemos del final: «Quién sabe podamos encontrar, a oscuras refugio y claridad», ¿de dónde surgió?
La música parece terminar y de repente hay unos segundos más, inesperados, y solo se escuchan las voces acapella. Quise que quede algo resonando, una especie de pregunta, de oración. Darle un cierre especial e íntimo y que prevalezca la esperanza.
¿Cómo te gustaría que escuchen la canción?
Que a alguien más le pueda servir de compañía, le resuene o le aporte en algo, es un honor y una maravilla muy grande. Ojalá la puedan escuchar en muchas situaciones. Me encanta la idea de que se infiltre en las casas, en las juntadas, en los cafés y en la cotidianeidad de otras personas; que le aporten nuevos significados propios.
¿Qué planes tenés para este 2021?
Aprendí que no se puede hacer tanto plan! Pero me encantaría poder armar algunas fechas por México y después en Argentina más cerca de fin de año. Tengo muchas ganas de volver a Buenos Aires y estar con mi familia también. Por otro lado, se vienen dos adelantos más antes de mi nuevo disco que sale este año.
Por Josefina Armendariz