Luego de Salvar el Fuego, el primer trabajo discográfico de Sofía Campos, la cantante y compositora argentina revela un estilo más groovero y renovado en el primer adelanto de su nuevo disco.
Producido y arreglado por Matías Cella, el nuevo material fue trabajado a distancia en cuarentena. Las voces y guitarras fueron grabadas por Sofía en Panoram Studios en CDMX y los demás instrumentos en Buenos Aires por: Guillermo Salort (batería), Christian Terán (vientos) y Matías Cella (bajo, arreglos de guitarras, sintetizadores).
La canción cuenta con un videoclip realizado por la productora Café Moscú en la CDMX. El video, de estilo colorido y vintage hace alusión a la Bauhaus. La portada fue realizada por la ilustradora Eugenia Hernández. Está inspirada en los colores y en la historia del videoclip.
La canción respeta la misma línea compositiva que venía realizando Sofia, pero marca un nuevo rumbo de producción y experimentación sonora. Incorpora algunos elementos electrónicos orgánicos nuevos y una leve influencia de los ochenta que se combina con sonidos como el melotrón, vientos (flugelhorn, saxo tenor y saxo barítono) y baterías.
Además, la canción adquirió un alma más pop que su música anterior y tiene una búsqueda más fresca y movida, ya que grabó con músicos con mucha trayectoria en la escena contemporánea argentina actual. Sin embargo, la canción continúa mostrando la esencia del estilo de las canciones de Sofía. «Mi intención es siempre que la canción quede por encima de todo. Los elementos de producción sirven para hacerla volar pero siempre respetan su esencia»