Con melodías de antaño heredadas de pioneros rioplatenses como Litto Nebbia, Moris, Tanguito, Miguel Abuelo y Eduardo Mateo, el cancionero siberiano flota en la actualidad recorriendo la escena de todo el país.
Es una banda que ya era celebrada desde antes de la salida del disco. Aseguran: “Lo que nos hace una banda, además de las canciones, es que somos amigos. Esa es nuestra esencia. De otra manera seríamos una agrupación”.
Desde aperturas para Los Espíritus, Carca y Banda de Turistas o shows con ABC Love (Brasil), Algodón (Uruguay) y un sinfín de conciertos en La Plata, Córdoba y su oriunda La Pampa, Siberianos le pone cuerpo y carisma a una música visceral y despojada en la que hay siempre un hilo claro: la criolla, el fuego y lo invisible. Nunca pasan inadvertidos: “En la calle nos han regalado vinos y también nos han pegado sin razón”.
La grabación del álbum estuvo a cargo de Norman Mac Loughlin, el músico y productor argentino que produjo grupos como Banda de Turistas, Sombrero, Furies y El Robot Bajo el Agua.