Puede que Sia esté oculta detrás de una peluca, pero eso no la escuda de las críticas. El martes, Bonnie Malkin, periodista de The Guardian, publicó un artículo cuyo título hace referencia a Sia: “Si la fama es tan dañina, ¿por qué dársela a un niño?”. La cantante frecuentemente trabaja con Maddie Ziegler, de 15 años: la chica empezó a trabajar con Sia mientras estaba en el reality Dance Moms, del que participó desde 2011 hasta 2016. Bailó en los videoclips de Chandelier, Elastic Heart, Big Girls Cry, Cheap Thrills, The Greatest y más. Actualmente, acompaña a la australiana en su gira.
Malkin escribió: “En el escenario de Sídney, el sábado, Furler [Sia] estaba oculta mientras que Maddie estaba en el centro de la atención. Parecía que la superestrella estaba desplegando a la niña en una manera que ella no quiere ser […] Mientras que Furler está oculta, Maddie está en el foco de atención. Mientras que Furler está quieta, Maddie se está moviendo. Mientras que la cantante está en la oscuridad, Maddie está iluminada. Mientras que la cara y el cuerpo de Furler están cuidadosamente escondidos de los ojos de un estadio lleno de extraños, el rostro y cuerpo de Maddie, en cambio, son ofrecidos a ellos”.
Sia, entonces, contestó mediante una serie de tuits: “Este artículo propone una pregunta que me hice a mí misma muchas veces. Todas las semanas me ocupo de hablar con Maddie para asegurarme de saber si esto es lo que ella realemente quiere, y así saber si alguna vez quiere frenar todo esto. Todos hablamos con ella. No solo yo, sino que los directores, los agentes y sus padres. Maddie ya era famosa cuando yo empecé a trabajar con ella, pero yo expandí su exposición y me siento responsable por ello. Soy muy protectora de ella y mi objetivo es empoderarla en cualquiera de sus decisiones. Algunos dirán que una adolescente no puede o no debería hacerse cargo de este tipo de decisiones y que entonces los adultos deberíamos decidir por ella. Es un debate importante. Lo que aprendí de Maddie es que la fama la afecta diferente de cómo me afecta a mí. Confío en que ella me dice la verdad. Si eso cambia, pararemos”.
This article poses a question I have asked myself often. I do check in with Maddie weekly about whether she wants this, and assure her if she ever wants it to stop it stops. It’s a conversation we should all be having. Not just myself but all directors, stage parents and agents.
— sia (@Sia) 6 de diciembre de 2017
With their children, clients, charges. Maddie was already famous when I discovered her, but I have certainly expanded her exposure and feel responsible for that. I feel very protective of her and my goal is to empower her in whatever choices she makes. Some would argue a teenager
— sia (@Sia) 6 de diciembre de 2017
Can’t or shouldn’t be charged with making sound choices for themselves and so I do try to choose the best for her always. But I think this is an important conversation https://t.co/0k6bQ8EsvT
— sia (@Sia) 6 de diciembre de 2017
What I learned from Maddie is that fame affects her differently than how it affected me. I can only trust that she is telling me the truth. If that changes, we stop.
— sia (@Sia) 6 de diciembre de 2017