Rock en Baradero es un festival que no sólo se caracteriza por tener una interesante y variada grilla, sino que también es un buen espacio para pasar un fin de semana en familia. Se va a realizar el 20 y 21 de febrero y es una buena oportunidad para disfrutar de los espacios al aire libre característicos de la localidad. Sebastián Schachtel, tecladista de Las Pelotas, nos cuenta cómo se preparan para el fin de semana.
Se viene Rock en Baradero, uno de los nuevos festivales en plena etapa de crecimiento…
Está buenísimo, es un festival en el que hemos tocado varias veces. Nos gusta y suele haber mucho público, la grilla es bastante variada y las veces que estuvimos nos fue muy bien, así que estamos con expectativas de tocar ahí.
¿Cómo viene el trabajo del nuevo álbum?
A fines de diciembre terminamos con la mezcla y masterizado, así que ahora retomamos los shows y seguimos preparándonos para la salida, que será aproximadamente para el 20 de marzo. Eso también afecta la lista de temas, vamos estrenando de a poco; en Cosquín tocamos dos temas nuevos y seguramente para Baradero también tocaremos un par más.
¿Con qué clase de sonido nos vamos a encontrar en el nuevo disco?
Este es un disco bastante diferente a lo que venimos haciendo, hay una nueva atmósfera sonora. Por ahí El amor hace falta (primer simple) no representa tanto lo que es el disco.
Generalmente es algo que pasa mucho con los primeros cortes.
Sí, es notable, pero también es parte de este sonido y es un tema típico de Las Pelotas. Con este disco estamos felices, hicimos un laburo largo. Es una etapa de enamoramiento; hay muchas cosas que son nuevas, al menos para nosotros, y al mismo tiempo nos alimentan para seguir investigando. Tenemos muchas ganas de tocar el material nuevo en vivo. Porque si no te vas renovando, te vas repitiendo.
Si no, se vuelve un poco predecible…
Claro, porque si no te renovás, llegás al punto que la gente está esperando determinados momentos que ya sabe que van a pasar. Preparar el show de un disco nuevo implica muchas cosas, un armado nuevo, pantalla nueva, es como si fuera un poco “disco nuevo, vida nueva”.
El año pasado cerraron una de las jornadas de Rock en Baradero, ahora les toca antes que Los Decadentes. ¿Cómo se imaginan esa previa?
Muy bien, me encanta ¡Antes de los Decadentes, mejor! Porque imaginate tocar después de ellos. Es durísimo, es como el final de la fiesta, ya los mozos se llevaron todo, no está bueno. A veces, el horario en que tocas no tiene que ver con “categorías” de quien es principal sino con otras cosas. Nosotros, por ejemplo, el día después de Baradero tenemos que ir a Comodoro Rivadavia, y es mejor tocar antes. En Cosquín no nos gusta cerrar, pero no por una cuestión de falsa vanidad, sino porque es una jornada tan larga que al final la gente ya está agotada después de todo un día al sol o la lluvia, ya vieron decenas de bandas. Yo prefiero tocar más temprano