La cantante y compositora argentina dialogó en exclusiva con Billboard y reveló cómo nació su amor por el Tango.

Con una prolífica carrera de proyección internacional, Sandra Luna recibió las mejores críticas y palabras de admiración de la prensa especializada de todo el mundo. Desde siempre fue convocada para compartir escenarios con grandes figuras como Roberto Goyeneche, Leopoldo Federico, Virginia Luque, Alberto Podestá, Imperio Argentina, Osvaldo Berlingieri, Edmundo Rivero, y Mariano Mores, entre muchos otros.

Además, en 2005 fue nominada para los Grammy por su disco Tango varón siendo la única artista de Tango en llegar al Grammy Internacional. Además recibió dos veces el diploma al mérito como cantante de tango femenina por la Fundación Konex y fue destacada por la prensa internacional en The Times (London) y Philadelphia Weekly, (USA).

Mientras se prepara para lanzar su primer álbum en vivo, grabado en la Usina del Arte, en el marco del Festival de Tango de Buenos Aires, Sandra Luna disfruta de su exitoso presente con “Inmensidad” su último álbum, que no deja de darle satisfacciones.

Con tangos clásicos, canciones y algunas composiciones nuevas este álbum le valió una nominación a los Premios Gardel 2020 como “Mejor Álbum-Artista de Tango“. “Este disco es muy importante porque es como un resumen y como un principio. El tango me habita desde siempre, desde mi casa, desde mi barrio” explicó la propia artista.

¿Cómo llega el tango a tu vida?
Me llego muy temprano porque a los 7 años ya estaba trabajando con el tango. Me crie en un barrio de inmigrantes donde el tango se escuchaba, no lo hacía consciente, siempre canté, sobre todo música española. Siempre que hay un inmigrante los demás quedan en el espectro por largo tiempo.
En mi casa se escuchaba tango, pero no eran tangueros, no me daba cuenta que escuchaba tango hasta que a eso de los 5 o 6 años voy a la verdulería y escucho una música que me dejo hipnotizada, le pregunte al verdulero qué era esa música y me dijo que era un tango, quede en una nube atrapada con lo que escuchaba. Mientras volvía para mi casa sentía que tenía una identidad, que había conectado con algo, al entrar a mi casa le dije a mi mamá ‘’yo soy argentina y voy a cantar tango’’ me agarro un ataque de identidad y a partir de ahí todo fue emergiendo, como Eladia Blázquez en Con las alas del alma ‘’subirse a la alfombra con la magia de un cuento’’ en un punto sentí eso, músicos y profesores colaboraban de diferentes lugares como si me conocieran o me estuvieran esperando, eso es lo que sentía, lo que yo quería iba sucediendo.


¿Para vos es fácil o difícil de interpretar la poesía tanguera?

La verdad es que para mí es la vida misma contada con una belleza inigualable, es muy difícil encontrar una música que tenga la poesía que tenga el tango, pero los poetas que tuvo el tango han sido inmensos, son inmensos porque quedan vivos, aprendes historia con los tangos, imagínate si a los chicos les contaran las cosas de la historia a través de un tango, sería maravilloso.


¿Cómo recibiste la nominación al Gardel? ¿Crees que es mayor el reconocimiento ahora que no hacen distinción entre hombres y mujeres?

Creo que esta bueno, me encantó porque compartimos con gente muy linda y ya llegar a la nominación es porque te eligieron tus pares, es un orgullo.

En los Latín Grammy internacionales del 2005 fuiste la única mujer argentina nominada, eso también es un doble merito, además de que era Tango varón y el tango siempre se asocia más a los hombres…
Claro, por eso fue ese título, la elección del nombre fue para explicar esto de que significa el varón en la sociedad. En ese momento en Londres había surgido este movimiento y a mí eso me dio la posibilidad de explicar que, tanto hombres como mujeres, llevamos parte del otro y que el tango estaba adherido al varón porque es de una época en que a las mujeres en general no las dejaban hacer, las casaban, las vendían.

¿Por qué Eladia le da alas a tu música?
A mí me parece que es porque habla de una manera que si yo supiera escribir poesía lo haría igual que ella, me parece que tenemos el mismo pensamiento en ese sentido, por eso fuimos amigas y por eso pudimos tener diálogos muy profundos acerca de la gente, nos emparentamos un montón, me da alas porque hablamos de la misma forma a pesar de la diferencia de la edad.
Con Eladia llegábamos a hablar 3 horas por día, estando de viaje me compraba las tarjetas que había que raspar para llamar en teléfonos de hoteles y hablábamos hasta terminar la tarjeta, sobre poesía y Buenos Aires, que lo amamos, podríamos estar en cualquier lugar del mundo, pero no hay lugar como Buenos Aires.

¿Qué significa la palabra ‘’inmensidad’’ para vos?
Fue el título que le puse al disco, me costó un montón encontrarle un título porque tiene 19 invitados y podría haber más, pero tuve que elegir en cuanto al color musical que quería darle, opte por sentir el sonido del disco y a partir de ahí comencé a sentir quienes podrían estar en él y aparecieron inmensos artistas, son la selección de músicos y además está mi hija que compuso Calle vacía. Tengo la idea de que el título es muy importante, había muchas ideas, pero ninguna me convencía, hasta que surgió Inmensidad.

También das clases de canto, sos profe y también sos productora, para eso necesitas ser muy detallista, ¿te gusta estar en todos los detalles?
Me encanta. Yo me formé académicamente e intensifiqué eso, pero la interpretación vino conmigo, desde muy chiquita lo que yo cantaba era lo que yo vivía y viceversa, entonces cuando de chica otra persona me decía que parte de la canción podía y que parte no o no se daba cuenta que había un mundo dentro de esa canción pensaba en cuantas cosas se perdían esas personas que no vivían lo que yo sentía.
Eso comenzó a girar en mí y a los 15 años comenzaron a pedirme clases, y empecé a trasmitir la idea que se transformó en el método respiración y movimiento, y más tarde agregue el vivir la canción, también a partir de que llegan las constelaciones familiares allá por el 2000, empiezo a hacer sesiones como paciente de constelaciones y cuando empecé pensaba ‘’esto está buenísimo para poder explicar lo que es interpretar, que es el lugar cuántico de la canción, de cada espacio, de cada ser, de cada cosa humanizada’’ y a partir de ahí empiezo a hacer la formación en Constelaciones familiares e individuales, estudie mucho, fue maravilloso porque me abrió una arboleda para explicarle a los otros que a través de la canción hay una vida.

¿Cuál es la mejor lección que el tango te ha dado?
Hoy estoy llena de toda la música, música española, folclore argentino, flamenco, música de otros mundos, todo me habita hoy, todo eso es mi música y el tango es el que me enseñó a caminar todo eso y poder ver el mundo, el tango te cuenta las idas y vueltas, lo que nosotros somos. En Argentina somos un ida y vuelta permanente, siempre fue un puerto con los ojos abiertos, tenemos un puerto en el que hay mucha gente que se va y mucha que encuentra amparo, me parece que digo esto porque para mí el tango es justamente eso, te muestra el panorama de lo que somos queramos o no.