En la noche 3 de julio llueve, hace frío y es domingo. Pero dentro de Niceto hay clima festivo y un local lleno para la presentación de Siempre Hubo Riesgo en el Cielo, el segundo trabajo de la ascendente Sambara.
Fieles a su propuesta de desacralizar al rock progresivo, los músicos de Sambara vivieron el show como un festejo, rompiendo con cualquier estructura: los seis vestidos de negro, con cintas de formas geométricas grises tanto en el vestuario como en las paredes de Niceto, asociándose en efectos con las luces ultravioletas.
Presentaron el disco completo, con la seguridad de un grupo que está convencido del trabajo hecho. Sin necesidad de tocar sus canciones más reconocidas para romper el hielo, el álbum -con pocas semanas en la calle- sonó sólido y ajustado. No hay temas de relleno ni canciones imposibles de representar; todas valen en conjunto.
Como puente entre el disco y las canciones de Asomándose, interpretaron Yendo de la Cama al Living de Charly García. Después dieron lugar a los los hits, a los agradecimientos y a un final con Revancha, para cerrar una noche que la banda seguramente no olvidará.