Si escuchar a Too Good at Goodbyes de Sam Smith te da piel de gallina, esperá a ver el video oficial. El film, dirigido por Luke Monaghan, empieza con un primer plano de una mirada triste de Smith, que observa al piso mientras tararea una melodía. Después, el piano y las diferentes parejas bailando, besándose, llorando y separándose hacen que todo se torne melancólico.
En una entrevista con Attitude, Smith contó acerca del infierno emocional con el que se encontró mientras grababa el álbum. Tanto fue la tortura para él que casi deja la industria. “Me cortaron, y no estuvo bueno. Escribir música sobre eso suele ser terapéutico para mí, pero esta vez, no pude escribir por dos meses. Mi equipo me forzaba a ir a grabar al estudio, porque yo sentía que no quería seguir haciéndolo. Así que hubo momentos que fueron muy intensos, me sentía perdido”.