Romeo Santos mueve su enorme Range Rover blanca por West 38th Street en Manhattan y pone su nuevo álbum a todo volumen. Está a unas pocas cuadras al norte del Madison Square Garden, que agotó cuatro veces en su carrera solista, así como también del Empire State Building, que va a hacer un show de luces sincronizado con su nuevo single, Carmín, el 20 de julio, en vísperas del lanzamiento de su nuevo LP, Golden. A unos pocos kilómetros se encuentra su casa del Bronx, en Vyse Avenue, en la que Santos creció durante los 80 y donde se formó el cuarteto más exitoso de bachata, Aventura. A un par de avenidas está West Side Highway, donde sale a correr unas cuatro veces por semana.
Tímido y tranquilo desde chico, Santos, que cumplió 36 el mismo día que lanzó Golden, está agrandado mientras se mueve en su vehículo por una ciudad que lo desafía. Suena el Golden Intro, y él canta la letra, hablando de su “toque de Midas”, su estatus como “el rey”, y cómo sus críticos lo han descartado en más de una ocasión.
“Uno debe tener confianza en el producto que está sacando –dice Santos, que parece más joven de lo que es en jeans grises y remera rayada–. Es como cuando un boxeador promociona una pelea. No podés salir y decir ‘Este tipo puede llegar a ganarme’”.
¿Por qué parece que Santos, una de las superestrellas más importantes de la música latina, tiene algo que demostrar? Pasaron solo tres años desde que lanzó Formula, Vol. 2, el álbum de música latina más vendido de 2014 (según Nielsen Music), que incluía el hit Propuesta indecente, la canción más importante del chart Hot Latin Songs en sus 30 años de historia, hasta 2016. Pero desde esos años, el reggaetón y el trap rápidamente tomaron control de los charts latinos y lograron un éxito crossover sin precedentes. Artistas de primera categoría como Ricky Martin y Enrique Iglesias acogieron el beat del reggaetón, mientras que Despacito, de Luis Fonsi y Daddy Yankee, se convirtió en la canción definitoria del 2017 (el remix con Justin Bieber pasó su 11ª semana en el Hot 100). La bachata, la música tradicional de la República Dominicana que Santos convirtió en éxito global al inyectarle sensibilidades del R&B –primero como líder de Aventura y después como solista desde 2011– acaba de pasar a un segundo plano.
Santos dice que no está preocupado con que su sonido principal esté fuera de moda actualmente. Después de todo, cuando Despacito llegó al Nº 1 del Hot 100 en mayo, Santos escribió en sus redes sociales: “Todos los artistas latinos deberían estar orgullosos de este éxito”. Y Golden tiene una colaboración con Yankee y Nicky Jam, Bella y sensual, que se acerca al trap mainstream, pero sin traicionar la voz de Santos.
“Es como un déjà vu, para ser honesto con vos –dice con una sonrisa–. Cuando arrancó Aventura, había mucha salsa y merengue, y dijimos ‘Hagamos lo que sabemos hacer’. Después, Aventura explotó, pero lo que estaba de moda era lo urbano. Es normal. Si sacás música de calidad, vas a estar en un buen lugar”.
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Mientras Santos –el músico– dice que está progresando, es difícil de determinar si Santos –la persona– está en un buen lugar, ya que es muy protector de su vida privada. Nunca discutió los detalles de su vida romántica en las entrevistas o en las redes sociales. Cuando postea en Instagram, es casi siempre sobre la música en la que está trabajando. Dice que pasa la mayor parte de su tiempo en el estudio de grabación probando ideas nuevas, y que eso aumentó desde que se convirtió en el CEO de Roc Nation Latin en 2016, lo cual le permitió desempeñarse como consejero de artistas como el cantante dominicano Mozart La Para y la participante de American Idol Karen Rodriguez.
“Anoche tuve una reunión con Karen, y trabajamos en una canción –cuenta Santos–. Firmé a un grupo de artistas que tienen un buen concepto de lo que deberían estar haciendo. Lo único que hago es coaching”. Johnny Marines, mánager desde hace tiempo de Santos, es el presidente de Roc Nation Latin y lo empujó a invertir en áreas fuera de la música; Santos no revela nada específico, pero apuntó a estar haciendo un par de inversiones a largo plazo para cuando termine el ciclo de su álbum actual. Mientras tanto, el fundador de Roc Nation, Jay-Z, se convirtió en amigo y mentor de Santos, y le sugirió que colabore con Swizz Beatz para Golden. Santos, entonces, tomó el consejo, y le propuso al productor que participe en Premio, uno de los temas sobresalientes del álbum. “Tuve una conversación con él anoche –dice Santos sobre Jay-Z–. Tengo la bendición de poder contar con buenos ingresos, pero puse tanta energía en hacer música que nunca me concentré en otras maneras de hacer plata. Ahí es donde Roc Nation me ayudó tremendamente, y… mucho de eso viene de la mentalidad empresarial de Jay”.
Santos no está listo para considerar un futuro en el que grabar no sea el punto principal de su carrera. Al escuchar Golden, queda demostrado que la estrella latina está todavía haciendo música exploratoria y vital. “Los líderes no siguen fórmulas, las crean –afirma el CEO/presidente de Sony Music Latin, Afo Verde–. Romeo compone y graba lo que siente, más allá de lo que pasa en los charts”. El papel es una suite de dos canciones que describe lo que pasa en un affaire desde la perspectiva de la amante y del marido, respectivamente. Mientras tanto, El amigo pone a Santos con uno de sus ídolos, Julio Iglesias. Por último, está el single Imitadora, el triunfo comercial del álbum, que desplazó a Despacito del punto más alto del Latin Airplay Chart.
Santos saca un sándwich y una manzana verde de una bolsa que tiene en el asiento trasero de su auto. (“Necesito comer cada tres horas. Mantiene mi metabolismo andando para que me mantenga en un determinado peso”, explica). Mientras, suena Sin filtro, el último tema de Golden, que toca cada crítica que se le ha hecho a Santos. Nuevamente, desestima las preguntas sobre su sexualidad, fomentadas por su intensa privacidad.
Santos dice que la piedra angular de su música es la honestidad. “Estoy seguro de que mucha gente va a escuchar esa outro y va a pensar ‘¿Por qué está hablando otra vez de la gente que dice que es gay?’ –afirma–. Sé que algunos me pueden llegar a decir ‘Bueno, ignoralos’. Pero están estos momentos en los que oigo un beat y me inspiro”.
“Y entonces –agrega, hablando sobre sus detractores– busco una manera creativa para decirles que se vayan a cagar”.