La música popular de raíz tuvo una participación notable en los premios organizados por CAPIF. Quiénes son los secretos mejor guardados del tango y el folklore nacional.

 Después de que Duki cantara “Rockstar” junto a una filarmónica y desafiara los límites estéticos del trap argentino, Charly García –el gran ganador de la noche con su joya llamada Random–, dijo que había que prohibir el autotune. Así, la técnica estandarte del trap quedó en primer plano. Y más allá de los bandos que generaron esas declaraciones, la buena noticia es el límite establecido: si el referente habla del nuevo, lo termina definiendo como, justamente, lo nuevo.

Ese cruce de generaciones y algunas ternas de los premios generaron el asombro del circuito musical. En esa dirección, por ejemplo, hubo artistas masivos que perdieron sus ternas con músicos independientes. La votación, por otro lado, cambió. Ahora, abarca un espectro mayor ya que el jurado creció exponencialmente e incluyó a más periodistas, productores, managers y agentes de prensa. Así, por fuera del mainstream, la música de raíz popular –sobre todo pensando en el folklore y el tango– tuvo protagonismo en manos de artistas jóvenes y de larga trayectoria que recibieron su merecido reconocimiento.

Quien quizás sea el mejor armoniquista del Cono Sur ganó la terna a “Mejor álbum folklore alternativo” por su disco Anda en el aire (Acqua Records). Franco Luciani miraba los castillos de la imponente Rusia y, mientras pensaba el repertorio para el arranque de una nueva gira europea, le sonó el teléfono. “Es una felicidad inmensa la del Gardel”, dijo dos días después a través de un video en Facebook, “a este disco lo hicimos con tanto amor, con tanta dedicación. Hay mucha gente trabajando atrás de los discos, a ellos muchas gracias, desde Rusia les digo que estoy feliz. Feliz, feliz”. Anda en el aire tiene como hilo conductor a su instrumento pero también arriesga con el canto y sus lenguajes: hace base en el tango y el folklore.

Para la terna de “Mejor álbum nuevo artista de folklore” la elegida fue Florencia Paz por su disco Despertar. La hija del fundador de los Manseros Santiagueños elaboró un sonido grandilocuente y oscureció su estética. Del folklore como base al sonido de la ciudad por instrumentación. El disco es destinatario de festivales y la joven artista busca esa potencia. Sin ir más lejos, uno de los invitados es Bruno Arias, el tornado de Jujuy.  “Este disco fue un despertar en mi vida realmente, una maduración en mi música, y sobre todo como mujer ante la vida”, declaró Paz a sus seguidores. “Realmente sanó mis heridas, me ayudó a levantarme de la cama y sentir que tenía motivos hermosos por los cuales seguir disfrutando. Me dediqué a hacerlo con mucho amor, a transformar cada sentimiento en música. Y hoy siento este premio como un gran mimo al alma”.

Para el chamamé la justicia fue total. Tres fronteras, el regionalísimo disco que hicieron los Hermanos Núñez, se quedó con la terna de mejor álbum del género. Para el tercer disco de su cosecha, el dúo buscó apoyarse en referentes que les aportarían esa mixtura litoraleña que querían plasmar. Por el material pasaron, entonces, Chango Spasiuk, el guitarrista formoseño Matías Arriazu y Pedro Aznar para el vínculo urbano. “Gran equipo para Tres fronteras, que es un disco que refleja los colores sonoros de nuestra tierra colorada y la región a la que estamos muy felices de representar”, dijeron una vez palpada la estatuilla entre sus manos.

Si hay músico un músico notoriamente apegado a la industria, ese es el reconocido Gustavo Santaolalla. Sin embargo, Raconto reúne los perfumes de sus primeras búsquedas. Como músico de folklore, del progresivo, de la canción de Buenos Aires, no hizo solo un disco, sino un proyecto que incluyó banda estable, gira y hasta otros registros en vivo. Por eso es destacable también, desde el margen, que se haya quedado con la terna de “Mejor álbum artista canción testimonial”. “Siendo Raconto un proyecto tan especial, tan personal, ha sido muy gratificante recibir el premio Gardel”, dijo el productor y músico a través de un video posteado en sus redes. “Uno de mis agradecimientos es para Gaby Kerpel que fue uno de los responsables de que un disco en vivo suene como si fuera un material de estudio”.

Más allá de la esperable victoria para Omar Mollo como “Mejor álbum artista masculino de tango” y de Amelita Baltar por el lado femenino, la sorpresa para el género fue el galardón que recibió la agrupación 34 Puñaladas por su disco Las historias del humo como “Mejor álbum Orquesta de tango e instrumental”. Su compositor y cantor, Alejandro Guyot, siempre claro y didáctico, cerró varias ideas desde el micrófono de la ceremonia: “Al igual que los Gardel, 34 Puñaladas está cumpliendo 20 años, así que ya nos podemos separar. Hablando en serio, está la gente de Astillero [Quilombo fue otro de los grandes discos del circuito independiente destacado por Billboard] y los Hermanos Greco, que están traccionando también la escena tanguera al igual que muchísimos artistas como Cucuza (Castiello) y todos los intérpretes, compositores y músicos; tanto varones como mujeres”, entonó desde su gola grave y personal para luego cerrar: “Las historias del humo son un homenaje a los compositores y compositoras de tango y una manera de seguir honrando al género y a Carlos Gardel”.

El tango y el folklore, entonces, también se vistieron de fiesta. Con su mejor color.