Amy, el documental sobre Amy Winehouse, se estrena el 3 de julio, se convirtió en uno de los más esperados del año y encabeza un renacimiento en las películas sobre música.
En mayo pasado, HBO estrenó Kurt Cobain: Montage of Heck, el film íntimo sobre la vida del frontman de Nirvana que muestra su costado más privado. El 26 de junio, Netflix presentó What Happened, Miss Simone?, una mirada a la leyenda de Nina Simone hecha con la colaboración de la familia (al igual que las otras dos mencionadas). Este año también vio el lanzamiento de Lambert & Stamp, sobre los legendarios managers de los Who: dos aspirantes a cineastas que se encontraron con una de las mejores bandas del mundo mientras buscaban músicos jóvenes para hacer un film independiente. El año pasado vio la luz 20.000 Días en la Tierra, un trabajo experimental sobre Nick Cave que incluyó escenas del australiano hablando con su psiquiatra.
La tendencia está siendo alimentada por varios factores. El principal es el éxito de crítica y financiero de clásicos previos como Buena Vista Social Club y Metallica: Some Kind of Monster, y más recientemente, el ganador del Oscar Searching For Sugar Man y 20 Feet from Stardom.
Además, hay que tener en cuenta la mayor presencia de plataformas de distribución, como Netflix, HBO, iTunes y Video On Demand, que les permite a los espectadores encontrarlas más fácilmente. Tampoco hay que olvidar que la revolución digital hizo que los costos de grabación y mezcla de sonido –cruciales para este género- se hayan reducido mucho.
La oleada no se va a detener pronto, porque a fin de año se esperan los estrenos de You Wanted the Best… You Got the Best, sobre Kiss. Además, Martin Scorsese vuelve a aparecer en el rubro como productor del documental sobre Grateful Dead, y se espera también uno de Ron Howard sobre los Beatles.