Fecha de lanzamiento: 9 de octubre de 2016
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En 2013, con Buenas noches América, Pommez Internacional había demostrado ser capaz de emulsionar diversos géneros en una ecuación propia. Desde ambient, R&B bucólico, hasta cumbia, candombe y ritmos africanos, pasando por EDM pero con una clara sensibilidad pop. Para Canto serpiente, ese ejercicio se extiende en un plano tridimensional de altas apuestas. Se lee como un mapa de destinoslírico-sonoro (la cruza terrenal y esotérica del West Bank en el roquero Río Jordán, el yoruba y el norte brasileño en Iemanjá, la península indochina en Celebrar es un derecho divino). También, como una narrativa de tres etapas, donde el bailable Iluminación introduce la tesis; el track que da título al disco anuda la trama; y Desintegración, una balada smooth, baja la guardia en un final profundamente vulnerable. Y en la superficie, está la dimensión personal. Esa que imprime una banda al máximo de sus capacidades, tomando riesgos y escribiendo una enciclopedia donde suceden muchísimas cosas al mismo tiempo.