Todos en el estudio se reían. Cuando Pixies terminó de grabar Plaster of Paris para su nuevo álbum, las carcajadas fueron inevitables: la hilaridad escapaba de sus bocas con la satisfacción de saber que no podía ser detenida. “No hubo una razón concreta, simplemente la felicidad que nos daba la mutua compañía”, explica Paz Lenchantin (42), la bajista argentina que ingresó a la banda en 2014, luego de que Kim Shattuck, de The Muffs, reemplazara a Kim Deal por apenas cinco meses.
“¡Después hacemos que la risa se apague!”, se escucha a alguien decir hacia el final de la grabación no editada. Esa frase deja traslucir el jolgorio por el que está atravesando el grupo. “Lamentablemente, muchas de las risas quedaron afuera del disco”, sostiene Paz sobre Head Carrier, el LP lanzado en septiembre pasado, que le sigue a Indie Cindy (2014) –sucesor de Trompe le Monde (1991) y el primero que no cuenta con la participación de su bajista original–. Lejos quedaron los momentos en los que la viscosidad del aire parecía dificultar la respiración: durante un concierto en Stuttgart en 1989, Black Francis –más tarde conocido como Frank Black– le tiró una guitarra por la cabeza a Deal en pleno concierto. Tras el incidente, dejaron de hablarse y en 1993 Pixies se separó; posteriormente, se reunió en 2004. Sin embargo, Deal renunció a la banda en 2013, despejando el camino para que Paz reconstruya la anatomía del conjunto que ahora integra junto con Francis, David Lovering y Joey Santiago. Si bien en septiembre el guitarrista abandonó la gira europea para entrar en rehabilitación por sus problemas con las drogas y el alcohol, los chicos pudieron retomar el tour en octubre.
“Al principio, en vivo intentaba sonar tal cual lo hacía Pixies en sus etapas tempranas; trataba de tocar todas las notas. Pero me daba cuenta de que siempre faltaba algo: la esencia de Kim. Por lo tanto, empecé a concentrarme en ser yo misma, en marcar mi propio estilo. Estoy haciendo lo que creo que es mejor para la música”, dice Paz.
Con Head Carrier y la producción de Tom Dalgety –suplencia de Gil Norton, que se encargó de los últimos cuatro álbumes–, Pixies pudo sacar la cabeza del agua. Presenta un híbrido de postpunk e indie rock, y un sonido más cristalino que el de Indie Cindy, que recibió duras críticas. Las imágenes religiosas de Francis se aferran a estas melodías con el brío de quien regresa de ultratumba en búsqueda de vida nueva. “Esta obra se parece a Doolittle [1989] o Bossanova [1990]. Por ejemplo, la canción All the Saints tiene muchas semejanzas con Ana [de Bossanova]: ambas cuentan con una impronta surf rock y son muy instrumentales; sus estructuras son como las de un poema. Ninguna tiene un estribillo definido –afirma Paz–. Head Carrier es la perfecta continuación de Pixies: así es como debería sonar en 2016”.
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Paz conoció a Joey Santiago a fines de 1997, cuando el guitarrista la llamó para solicitar sus servicios: el filipino necesitaba un bajista para The Martinis, el proyecto que comparte con su esposa, Linda Mallari. Paz, que en ese entonces tenía 24 años, aceptó la propuesta, que le dio la oportunidad de realizar su primera gira, un pequeño tour por California. Su desempeño descollante hizo que, 16 años más tarde, Santiago la llamara nuevamente; esta vez, para sustituir a Kim Deal. Paz se unió a Pixies en los inicios de 2014, cuando la banda hubo terminado Indie Cindy, y en julio de este año fue nombrada miembro oficial.
Su currículum cosecha varios logros que avalan la convocatoria de Pixies: autodidacta, empezó a tocar el piano a los tres años y el violín a los ocho. Pero después escuchó las líneas del bajo de Paul McCartney y quedó rendida ante ese instrumento. En 1995, fue parte de la formación original de A Perfect Circle, junto a Billy Howerdel y Maynard James Keenan. No obstante, en 2002, abandonó el grupo para ingresar a Zwan, el fugaz proyecto de Billy Corgan –a quien considera “un maestro y un prolífico compositor”–. También forma parte de The Entrance Band y lleva a cuestas dos álbumes solistas.
Sus padres y su hermana también son músicos, motivo por el cual se crió alrededor de “hermosos sonidos”. “Siempre me encantó Mercedes Sosa”, alega. La familia se mudó de Mar del Plata a California cuando ella tenía cuatro años; en consecuencia, cuando intenta hablar en español, combina mal las palabras y rápidamente se vuelca de nuevo al inglés.
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La rivalidad entre Francis y Deal se cimentó sobre el enojo de la bajista causado por el rechazo del frontman hacia sus canciones. El caso de Paz es diferente. Además de hacer los coros en casi todos los tracks, dirigir el video de Classic Masher e interpretar a dúo con Francis All the Saints, compuso All I Think About Now, en el que es la voz principal: “En realidad, era demasiado tímida para presentar alguna idea. Francis me había mostrado uno de sus temas, pero cuando yo quise tocarlo, el resultado fue muy diferente. Lo había escuchado mal”. Y a Francis le fascinó el error.
—Paz, quiero que la cantes vos —pidió el vocalista.
Ella contestó que solo lo haría si él escribía la letra. Francis accedió y le preguntó sobre qué quería cantar.
—Quiero expresar mi gratitud hacia Kim, y de esa manera, honrar su huella en Pixies —respondió la chica.
“No cambiaría ni una sola palabra”, insiste la bajista sobre All I Think About Now. Dice la letra: “Si tenés alguna duda, te quiero agradecer de todos modos”, porque a pesar de que las mujeres nunca hablaron entre ellas, Paz asegura que está enamorada del trabajo de Deal.
La relación entre la más reciente integrante y el líder del grupo se desarrolla sin tropiezos. “Tenemos una conexión muy linda. Nuestras conversaciones son superinteresantes y nos encanta ver películas juntos. Nunca diría que es un hombre difícil de tratar”. Así, en medio de un huracán armonioso, Pixies no planea detenerse: “Nadie es capaz de frenar a una locomotora que desea seguir”.