A Paul McCartney no le extraña llegar a lo más alto de los charts de Billboard, pero el mes pasado, la leyenda viviente logró por primera vez estar en el Nº 1 del Billboard 200 en la primera semana de lanzamiento. Además, Egypt Station resultó ser el primer disco de Macca en alcanzar ese puesto en más de 36 años (el último fue Tug of War, de 1982), y el octavo en total. Billboard habló con McCartney por teléfono para conocer su reacción ante la gran noticia, y también cómo disfruta la promoción del disco (que incluyó su aparición en el Carpool Karaoke de James Corden, la gira por su Liverpool natal y un show sorpresa en el Grand Central Station de Nueva York), sobre la recepción del disco de parte de fans y amigos, sobre los tracks que quedaron afuera y sobre tocar canciones nuevas durante las giras.
¿Qué sentís al ser Nº 1, especialmente con este álbum?
–Se siente muy bien, ¿sabés? No se puede llegar más alto que el Nº 1. Pusimos mucho trabajo duro. Yo y todos los muchachos del equipo. Greg Kurstin, Ryan Tedder, los ingenieros… Tenemos un pequeño gran equipo. Todos trabajaron realmente mucho. Entregamos nuestro corazón y nuestra alma, porque quisimos hacer algo que valiera la pena, algo de lo que pudiéramos estar orgullosos. Así que es genial ver los resultados. Y debo mencionar también a la gente involucrada en la campaña. Mi manager, Scott Rodger. Los muchachos de promoción. La pasamos muy bien. Originalmente, les dije a todos: “Miren, tratemos de disfrutar esto. No pensemos solamente en ‘Uh, tenemos que promocionar un álbum’. Tratemos de pensar ideas que nos estimulen. Porque pienso que si lo disfrutamos, se va a transmitir por sí solo y va ser un proceso menos laborioso”. Así que nos divertimos mucho. Desde lo de James Corden hasta lo de Jimmy Fallon y el show del Grand Central…
Con todos los movimientos de promoción que hiciste, se nota que claramente querías publicitar Egypt Station. ¿Qué hizo a este disco tan especial para vos?
-Bueno, creo que la diferencia es que siempre quisimos que la gente lo conociera. Porque de eso se trata. Lo peor que podría pasar es que la gente diga “Ah, ¿sacaron un disco nuevo? No sabía”.
¡Claro! “Ah, ¿realmente lo sacaron?” “Sí, salió hace un mes, ¿no sabías?”.
-Eso hubiera sido lo peor. Así que dijimos: “Bueno, vamos a hacer esto, pero queremos hacerlo de una manera cool. No quiero que parezca que estamos vendiendo nuestras almas por promocionar esto. Queremos hacerlo de una manera en que realmente lo disfrutemos. Con James Corden al principio no estaba seguro de hacerlo, para ser sincero. Y cuando terminé aceptando y haciéndolo, y cuando las ideas de James empezaron a salir, fue como “OK, lo vamos a hacer, y en Liverpool”. Y empecé a pensar, particularmente cuando me subí al auto con él: “¡Esto es divertido!” Me encanta andar por Liverpool. Me encanta ir a mi barrio y decir “Bueno, acá es donde hicimos nuestro primer recital, y ahí es donde mi hermano se casó…” Me encanta. También lo hago con la gente cuando no estoy en un show… Hicimos un pequeño recital en Abbey Road y fue muy copado volver. Fue una buena idea. Les dije a los muchachos: “Quiero hacer un pequeño show en algún lugar antes de salir en una gran gira. Hagamos algunos recitales chicos”. Así que pensamos: “¿A dónde nos gustaría ir, realmente?”. Y ahí estaba el truco, creo. En vez de decir simplemente: “Vayamos a cualquier lugar, no importa, son todos iguales”. “No, no, vayamos a Abbey Road, eso va a ser divertido”. Porque voy a poder contar historias sobre haber fumado en el baño de ahí, y todo ese tipo de cuentos que se pueden contar. Lo mismo cuando fuimos a la escuela de mi infancia. Hicimos un show ahí. Y después fuimos a The Cavern. Esa época fue particularmente nostálgica para mí. Porque yo estuve yendo a todos estos lugares que amé, toqué pequeños shows y oh, sin quererlo, eran una forma de promoción.
O sea que terminó teniendo una doble finalidad…
-Sí, sí, exactamente. Creo que vamos a disfrutarlo de cualquier manera. Hay gente que puede decir: “Oh, no estás mintiendo, estás realmente disfrutando de vos mismo”. Así que toda esta promoción es algo que quise hacer… En los viejos tiempos, el sello discográfico me hubiera mandado a Europa, a Colonia, en el medio de Alemania. Y yo diría: “¿Por qué estamos yendo a Colonia?”. Ellos dirían: “Bueno, está en el medio de Alemania, así podemos atraer a la gente de Francia, Suiza, Italia, Holanda, etc, para venir a entrevistarte. Entonces pasaría todo el día –y me encanta Colonia– respondiendo las mismas preguntas, en la misma sala, y era simplemente una pesadilla. Así que yo les decía…
La campaña de prensa del infierno, Paul, así es como suena…
-Realmente era así. Estoy seguro de que esas entrevistas llegaron así. Así que les dije a mis muchachos: “Miren, no vamos a hacer algo tipo lo de Colonia. No lo vamos a hacer. Tenemos que pensar en algo entretenido”. Así que nos reunimos y cada uno tiró sus ideas: “Bueno, ¿qué tal esto?”. “Sí. No, eso no…” Y nos arreglamos para armar un programa de actividades que era muy interesante. Así que eso es todo. Nos divertimos mucho promocionando el disco. Y bueno, sentimos que el disco salió bien. La decisión fue hacer un álbum completo en lugar de una colección de singles. Sentimos que era hora de volver al formato de álbum.
¿Estuviste particularmente atento de ver cómo los fans reaccionaban al disco?
-¡Muy! ¡Los fans y los amigos! ¡Y la gente en la calle! Es realmente fabuloso. Estoy recibiendo un montón de textos de la gente, o amigos que dicen: “Escuché que estaba OK, el disco, y lo compré. ¡Realmente creo que es genial!” Y después la gente va tema por tema, diciendo “Oh, me encanta esta”, así que…
Me encanta “Caesar Rock”, de hecho. No me preguntaste, pero te lo ofrezco voluntariamente.
-Bueno, ahí lo ves. Ves, es divertido. Estaba pensando en eso, porque no es el tipo de cosa que la gente extrae. Hay un puñado de otras canciones más obvias, pero me gustó incluir “Caesar Rock” porque es un poco más experimental. Se trata sobre mí metiendo la pata en el estudio de mi casa. Y creo que terminó saliendo bien, así que entró en el álbum. Tenemos como diez temas que no entraron en el disco y que para mí estaban bien. Pero tratamos de elegir el material que pudiera encajar con la idea del álbum, y después, cuando se me ocurrió el título Egypt Station, lo hablé con Greg Kurstin, el principal productor, y dijo: “Me gusta, ¿de qué se trata?”. Y yo dije: “Bueno, es solo el título de una pintura”. Pero nos dimos cuenta de que iba a ser un poco intrigante, un poco exótico, así que empezamos a hacer el álbum alrededor de esa idea, sobre un tipo de viaje. Y ojalá que la gente se ponga los auriculares, se siente y lo escuche.
¿Vas a tocar algunas canciones nuevas durante la gira?
-Por ahora vamos a hacer tres. ¿Sabés por qué? No tuvimos mucho tiempo para ensayar, y estamos incluyendo otras cosas en el show. Así que es un tema de aprenderlas. Porque una vez que escribís la canción, vas y la grabás. Y cuando la grabás, obviamente tiene ciertos arreglos, y después tenés que reproducirla fielmente. Tenemos que aprender esos arreglos nuevamente. Así que ensayamos tres. Hay otra que la tenemos casi lista, así que de a poco se van a ir sumando.