Fecha de lanzamiento: 4 de octubre de 2016
★★★✩✩
Como hizo con Dolorización en 2002, O’Connor aprovecha la coyuntura y usa una metáfora sociopolítica como título del álbum. Algunas de las letras desarrollan sus pensamientos en ese sentido, en particular Egos en liquidación. En términos de sonido, la placa enarbola dos grandes expresiones del heavy. Por un lado, canciones como Bendecido y Espejismos del Edén esbozan un metal más panteresco, con mucho énfasis en el groove. Por el otro, está la clara herencia sabbathera que siempre envolvió al grupo, manifiesta aquí en Diminitudes, pero sobre todo en Jinetes del rock. Nada suena inesperado o innovador, pero la banda nunca tuvo ese tipo de pretensiones. Sobre todo en un género que siempre disfrutó de reciclados. Una vez más, la novedad está en la impronta y las circunstancias.