Fecha de lanzamiento: 30 de septiembre de 2016
★★★✯✩
Son seis canciones muy distintas entre sí. Los sonidos varían entre la constante sorpresa y la precisión monótona de samples, beats y melodías disonantes. Es un álbum incidental, sensorial, con un estilo oriental que navega entre efectos vocales, sonidos de lluvia, arpegios impredecibles y constantes reverbs.
De a momentos relaja y de a momentos perturba. Recuerda a Thom Yorke, a la suavidad de Devendra Banhart y a la personalidad latina de Manu Chao. En NO, su canción más rumbera, dice: “Ya dijimos no, pero el sí está en todo”. En el mundo de Jaar, el intermedio es un destino en sí mismo, y en consecuencia, el único destino al que dirigirse. Su arenga en una tonada chilena es lo más poderoso de la canción y lo diferencia mucho de lo que venía haciendo hasta ahora, en inglés. Esta suerte de cumbia electrónica contiene un formato más parecido a lo que hizo en Psychic: una introducción atractiva, un punto medio acumulador y tensionante y una explosión mágica. El resto es un drum & bass industrial, un reggae espacial con tinte japonés, algo de punk, dos minutos de disco y un gran talento en sincronización y voz.