Por Julián Mastrángelo y Santiago Torres
Poco tiempo pasó desde aquel 25 de abril de 2019 cuando aparecía “Wapo Traketero”. Sin embargo, han ocurrido muchas cosas en la carrera de Nicki desde entonces. Las cifras revelan un ascenso vertiginoso. Solo 12 meses después, su video debut sumaba ya más de 70 millones de reproducciones y se convertía en una de las artistas más rotadas por las radios.
Su primer álbum, shows como invitada de Cazzu, el debut masivo en el escenario de LNG Córdoba, nominaciones y en premiaciones como los Premios Juventud o los Spotify Awards en CDMX adelantan un futuro explosivo. Además, próximamente será parte del panel RISING ARTISTS en la Billboard Latin Music Week en Miami junto a figuras latinas de gran presente como Rauw Alejandro, Camilo, Mariah, Sech, Lunay, Jhay Cortez y Cazzu.
Mientas tanto, la mira sigue puesta en su expansión regional y continuar grabando. Probablemente estemos ante el crecimiento más vertiginoso de una artista argentina, al menos de las últimas décadas. Cabe destacar que, de toda la escena, Nicole Cucco -su verdadero nombre-, no tiene un pasado ni en la industria, ni en los medios tradicionales.
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La “Bizarrap Music Session #13” fue su segundo acierto. La colaboración hizo que comience a sonar con más fuerza y sobretodo que se derribaran las fronteras, gracias a la ventana que implica participar en el proyecto del productor más destacado que tiene la escena local actualmente. Luego lanzó sus singles “Años Luz” y “Fucking Diablo” que se convirtieron inmediatamente en hits y en noviembre llegó “Recuerdos” su primer álbum que con 12 canciones permite descubrir su gran capacidad para explorar diversos géneros y ritmos. En el disco se destacan las colaboraciones de DUKI y Cazzu, dos artistas que la acompañaron desde sus inicios.
Cuando debutó como headliner de festivales en la segunda edición del Buenos Aires Trap, frente a más de 25 mil personas en el Hipódromo de Palermo, compartió ese mismo escenario con DUKI, Ca7riel y Paco Amoroso y Neo Pistea. Así fue como se inició en los grandes escenarios. En el backstage, se sacó selfies con niñas de 7 u 8 años y a la vez recibía el respeto de sus pares entre charlas y abrazos. En esa jornada fue bendecida por la comunidad urbana gracias a performances contundentes y un despliegue sin titubeos junto a Benjamín López Barrios (guitarra / teclados), Andrés Brizuela (batería) y Juan Giménez Kuj (bajo). Además, para los músicos, ella demuestra que el éxito está ahí al alcance y solo depende de cada uno más allá de la excusa del tiempo.
Millones de seguidores y las noticias en portales sobre su vida romántica demostraban que Nicki ya era una estrella. En una escena nacional creciente en el terreno del pop y de la mujer como intérprete, “la pequeña gigante de Rosario”, se convirtió en tiempo récord en una referente. Así, la intérprete de “Diva” y “Nos Encontramos” volvió a unir fuerzas con Gonzalo Conde -Bizarrap-, para presentar “Colocao”, uno de sus singles más exitosos hasta la fecha. Publicado el 13 de mayo de 2020, cuenta con más de 74 millones de reproducciones y llegó a estar ubicada en el puesto número seis del Billboard Argentina Hot 100 durante sus dos primeras semanas y primera entre los artistas nacionales. “Canciones como “Colocao” me representan muy bien, es una de las mías que más me gusta escuchar, podría estar haciéndolo todo el día”, adhirió.
Es innegable su flamante irrupción. Desde el anonimato, a pasar a ser una de las artistas más reconocidas de la industria y convertirse en la cara de marcas multinacionales, en solo un año de carrera.
¿Qué diferencias encontrás entre la Nicki de “Wapo” y la de hoy?
- Como mujer, aprendí bastante de mí misma y de la industria. Me abrí muchísimo más con la comunicación. Me ponía muy nerviosa. Con respecto a mí, creo que hay una gran evolución. Siento que el aspecto personal siempre afectará al ámbito musical porque hacemos música dependiendo el tipo de personas que somos. A medida que fui evolucionando y creciendo, mi música empezó a registrarlo y de alguna manera aprendí a moverme sin miedo. Cuando entré a la industria no sabía lo que me esperaba.
- De a poco me fui haciendo amiga de muchos artistas, empecé a conocer cómo funcionaba de verdad y supe que al final hay que jugársela por lo que uno quiere realmente. En lo musical cambié mucho desde lo que fui en “Wapo” hasta lo que vemos en “Mamichula”. Fue un año en el que, si bien es poco tiempo si lo ves desde afuera, viví muchísimas experiencias. Fue una montaña de emociones y pasé por un montón de cosas en las que tuve que crecer y darme cuenta que mucha gente me seguía. La vida privada entra mucho en juego también, se pasa de ser una persona libre a estar más encerrada por la presión propia.
¿Te das cuenta del momento que vive la mujer en la música?
- Creo que sé como era antes, porque si me preguntas qué escuchaba hace cuatro años, eran todos hombres. Si escuchaba una mujer, era la mejor. Casi nunca escuchábamos mujeres a no ser que las metieran en un remix. Desde que empecé a hacer música sentí una mayor unidad y noté que se empezaron a sumar muchas más. Recuerdo que me lancé de lleno al mundo de la música gracias a la inspiración de Cazzu. Yo veía cómo ella entraba y decía “wow, que bueno que puedan aceptar las mujeres de esa forma en la música”.
- Siento que cada una de nosotras es la inspiración de la otra. Igual es muy poco el valor que le están dando a las producciones solo con mujeres y la verdad es que la están rompiendo. Me parece que “High Remix”, es el primero en Argentina con sólo mujeres y es algo a destacar. Siento que este momento es para dejar la competencia entre nosotras de lado, que en realidad siempre fue creada por el público, y reforzar la unidad.
Cuando lanzaste el álbum el año pasado, algunos dijeron que había sido muy pronto. ¿Qué pensás acerca de eso?
- Esa crítica fue lo primero que me pesó de verdad. Me dijeron muchas veces que mi música era repetitiva y que no iba a tener futuro. Con el paso del tiempo uno se da cuenta de que quienes dijeron eso fueron personas que ni siquiera me conocían y no habían escuchado el álbum completo.
En “Recuerdos” hay bases electrónicas, coqueteo con lo urbano, con el rap, el trap… ¿Hacia dónde querés dirigir tu sonido?
- Empecé haciendo lo más que pude dentro del abanico, pero porque no sabía lo que podía hacer. Al principio solo quería jugar. Siento que hoy en día estoy apuntando hacia un rap en el que no canto tanto, pero con un fuerte mensaje. Eso no quiere decir que el día de mañana no haga otro tipo de música. Canciones como “Colocao” me representan muy bien, es una de las pocas canciones mías que me gusta escuchar, podría estar haciéndolo todo el día. Algo parecido pasa con “Mamichula”, Trueno la lleva a un ritmo y yo la llevo a otro, eso hace que a lo largo de la canción varíen los estados de ánimo.
El 8 de febrero lanzó “Mis Recuerdos”, un video de casi cinco minutos que recopila momentos en viajes, entrevistas, experiencias y anécdotas desde mucho antes que comenzara su carrera. “Un día le dije a mi mamá: ‘mami, quiero hacer música. Quiero intentarlo’ y ella me dijo: bueno, yo te apoyo, hacelo”, se la ve contar en un fragmento de la producción.
Más tarde, el último 23 de julio, acorde con la salida de Atrevido, el primer álbum de Trueno, salió a la luz “Mamichula”, donde colabora junto a Tatool, Taiu y Bizarrap. El single se quedó con la primera posición del Billboard Argentina Hot 100, siendo la cuarta canción nacional en lograrlo en toda la historia del chart (las tres anteriores fueron “Cuando Te Besé” de Paulo Londra y Becky G y “Adán Y Eva” y “Me Vas A Extrañar” de Damas Gratis Feat. Viru Kumbieron todas en 2018). Hoy en día, “Mamichula”, cuenta con más de 134 millones de reproducciones en el canal de YouTube del rapero y su actual novio de 18 años y se mantiene en el sexto escalón del ranking. “Jamás me hubiera esperado lo que pasó en esa canción, me imaginaba algo muy rap donde no pudiera dejar mi esencia, pero él me dio la oportunidad de hacerlo, es un tema increíble”, dice.
En el final de “Mamichula” entrelazan las voces con “Mate”. La canción los juntó y ustedes se eligieron.
- Mateo, ya teniendo un género marcado y siendo un ícono él en el freestyle, decidió buscar nuevos lugares. Encontrarse con uno en otras cosas es lo mejor que un artista puede hacer, es crecer en base a lo nuevo. Jamás me hubiera esperado lo que pasó en esa canción, me imaginaba algo muy rap donde no pudiera dejar mi esencia, pero él me dio la oportunidad de hacerlo, es un tema increíble.
¿Y qué podés decir de “Mala Vida? ¿Cómo surgió?
- “Mala Vida” es una canción que amo. Entre muchas canciones de diferentes ritmos, la elegí porque es lo que siento. Hay veces en los que uno tiene muchos proyectos buenísimos, pero hay uno que refleja lo que está pasando de forma perfecta. “Mala Vida” es lo que le quiero hacer llegar al otro, es la imagen que quiero dar hoy. Surgió en un tiempo en el que no me estaba saliendo nada. Recuerdo que estábamos en una madrugada en la que la inspiración no llegaba. Fue muy frustrante pasar todo el día sin que se nos cayera una idea. Facu Yalve me dijo: “Nicki, estuvimos viendo la saga del Padrino, ¿por qué no te inspirás un poco en ellas?” Gracias a esas palabras, él me ayudó a desbloquear mi cabeza, de ahí salió “Mala Vida”, surgió como un freestyle y quedó hermosa.
¿Qué te gustaría que se sepa de vos que todavía no se sabe?
- No lo sé con seguridad, siento que a veces me quedo con muchas cosas por decir. Tampoco creo en dar un mensaje tan claro porque uno va cambiando y a veces tiende a mal interpretarse[1] . Por ejemplo: no hice “Mala Vida” pensando en el tema del video. En ese momento sucedió lo de George Floyd en Estados Unidos, el racismo estaba a flor de piel y me vino a la cabeza cómo la gente tiende a arruinar su propio mundo. Nos quejamos del mundo que tenemos y nosotros lo estamos destruyendo de alguna manera. A veces me enfoco mucho en movimientos como los de George pero es muy difícil seguir haciéndolo al tener un público tan chico. A veces prefiero no hablar de las cosas que están pasando, hacer mis canciones y ya está. Es grande la responsabilidad que nos asignan por las letras o lo que sea que hagamos. A veces hablan de nuestras vidas como si fuéramos un ejemplo.
Vas a estar en el panel de Billboard en la Semana de la Música junto a nuevos talentos latinos, ¿cómo es tu relación con ellos?
- Me encanta la música que hacen todos ellos, sobre todo Sech. Cuando ellos quieran hacerme formar parte de lo que están haciendo voy a estar súper abierta a ello, tampoco quisiera molestarlos o meterme donde no me llaman.
¿Todavía no abriste la ventana a colaboraciones internacionales?
- No, pero el por qué es simple: todavía estoy formándome y pensando bastante en mí. Más adelante, claro que haría colaboraciones con muchísima gente. Lo que pasó con Trueno fue algo diferente porque él me llamó, estaba Bizarrap en el medio y fue mucho más natural y personal.
¿Qué es lo que más y menos te gusta de la industria?
- Lo que me gusta es que siempre me dejaron ser lo que de verdad quería. Siempre digo lo que quiero decir, soy transparente y nadie me lo prohíbe. Lo que de alguna manera no me gustó tanto es que se deja llevar mucho por rangos, si sos bueno, pero tenés un rango bajo no te van a dar bola. Cuando hablo de eso me refiero al poder que un artista tiene, los números que maneja, las repercusiones en la gente y todo lo que genera.
¿Qué significan los hits para vos?
- Aunque no lo creas no me enfoco mucho en eso. Entiendo que los hits cierran por todos lados. Tiene ritmo, un mensaje y una forma. Son canciones completas. Me gusta escuchar hits o estar dentro de uno. Igual, para mi, un hit no es necesariamente un tema que dura por todos los tiempos.
¿Te ves armando un sello propio en el futuro con nuevos talentos?
- Creo que primero tengo que aprender a manejarme para después poder ayudar a los demás, no quisiera llegar a lastimar a alguien por falta de conocimiento.
¿Diseñando ropa?
- Me veo muchísimo en ese mundo, es más, ahora mismo estoy colaborando con una marca muy importante. Vamos de a poco creando e imaginando. Me encantaría hacer mi propia ropa o mi propia marca algún día… Es lo que más me gustaría hacer fuera de la música.
¿Qué barrera sentís que saltaste? ¿Te sentís un caso de superación?
- Creo que salté las barreras de la belleza que uno tiene que representar. Hoy en día no se puede ser simplemente una persona que hace música… hay que tener algo distinto o llamar mucho la atención. Aprendí a superar eso, no somos lo que vemos en redes ni lo que soñamos ser, somos lo que vemos y cómo nos ven. Siento que de alguna manera no sabemos valorar lo que somos. Yo me sobre exigía en el aspecto físico, me criticaba la forma de ser o lo que quería decir… Sentía que de alguna forma todo lo que hacía estaba mal. Lo que siento que logré es darme cuenta de que somos personas y eso alcanza y sobra, no importan los likes, las redes sociales, los conocimientos… Hoy puedo tener un montón y mañana no tener ninguno. ¿De qué sirve? Al final de todo lo que cuenta es lo que vivimos, lo que pensamos y las personas con lo que lo compartimos.
Julián: En la edición pasada (Billboard Agosto 2020), Trueno dijo que sentía que tanto vos como él representaban lo mismo, en hombre y en mujer. ¿Qué pensás?
- Es real, somos personas que están todo el día llevando el peso de exigencias e idealizaciones. A veces, esas exigencias nos empiezan a pesar y nos dejamos llevar por eso. Quizás se nos pasan por la cabeza cosas como “tenemos que ser mejores en esto”, “ahora quiero ser esto, tengo que cambiar” y eso no ayuda en nada.
¿Le ves un techo a esta escena argentina? ¿Crees que el furor de artistas como Bizarrap, Trueno, Paulo o Ysy, por decir algunos, ¿se puede terminar pronto?
- Creo que el furor no se va a terminar si su esencia sigue en pie. Marcaron y cambiaron tanto el género como el presente de la música de la Argentina.