Hay varios argumentos que sostienen a Neil Young como un paradigma del rock. Su nivel de influencia arrastra todas las décadas desde que comenzó su carrera, allá por los años sesenta con la banda Buffalo Springfield. El canadiense es una pieza clave para entender el desarrollo del rock en Norteamérica, ya que entendió que la electrificación del folk era una puerta de acceso a un universo sonoro totalmente nuevo. Con una trilogía de álbumes bisagra como Everybody Knows This Is Nowhere (1969), After The Gold Rush (1970) y Harvest (1972), Young dejó en claro que su vínculo con la música iría más allá de lo estrictamente sonoro, al incluir en sus letras mensajes cargados de sentido político.
Injustamente comparado con Dylan (“Nunca voy a ser Bob Dylan, él es el maestro”, dijo en una entrevista a la revista Time, en 2005), Neil Young trascendió la barrera de los agitados sesentas con su incansable afán de explorar en terrenos impolutos, y así grabó piezas de culto como On the Beach (1974), Zuma (1975), Rust Never Sleeps (1979), Ragged Glory (1990) o Harvest Moon (1992), entre otras.
A continuación, cinco temas fundamentales de Neil Young para repasar su legado y celebrar sus 70 años.
Cowgirl In The Sand – Everybody Knows This Is Knowhere (1969)
Este fue el disco en el que Neil Young empezó a distorsionar su guitarra y a elaborar solos largos e improvisados que serían un sello a lo largo de su carrera. El sello que motivó a Jim Jarmusch a elegirlo para componer el soundtrack de Dead Man (1995) .
Southern Man – After The Gold Rush (1970)
Casi en paralelo con su participación en Crosby, Stills, Nash & Young, el canadiense grabó su tercera placa en solitario. After The Gold Rush (N° 8 del Billboard 200), recibió en su momento un tímido abrazo de la crítica, pero ahora es considerada una pieza de culto. En Southern Man, Neil Young arremete contra la ideología imperante en el sur de los Estados Unidos. “Hombre del Sur, no te olvides lo que tu buen libro dice”, refiriéndose a la errada –o hipócrita– lectura que aquella sociedad hace de la Biblia. Esto, sumado al tema Alabama, del álbum Harvest (N° 1 del Billboard 200), colmó la paciencia de unos muchachos llamados Lynyrd Skynyrd, oriundos de aquella ciudad, quienes respondieron a la acusación de Neil Young con otra canción legendaria: Sweet Home Alabama. “Espero que el señor Young recuerde, que un hombre del Sur no lo necesita por acá”, dice una estrofa.
The Needle And The Damage Done – Harvest (1972)
Crazy Horse es la banda que acompaña a Neil Young desde hace décadas y que grabó junto a él dieciocho discos. Danny Whitten era su guitarrista y un gran amigo del canadiense. En 1971, Neil Young lo echó y le pagó un pasaje para que fuera a rehabilitarse de su fuerte adicción a la heroína. A los pocos días, Whitten murió después de mezclar alcohol y pastillas. Su amigo le dedicó esta canción a él y a todos los adictos a esta droga. “La aguja y el daño hecho”, se traduce el título.
Hey Hey, My My (Into the Black) – Rust Never Sleeps (1979)
El tema, inspirado en el punk, significó la reconciliación de Neil Young con el rock. “Es mejor quemarse, que apagarse lentamente”, es la línea de cabecera que John Lennon criticó en su momento (“Yo rindo culto a la gente que sobrevive”, dijo el Beatle en una entrevista). En cambio, Kurt Cobain la eligió para cerrar su carta de suicidio, y a Eddie Vedder para empezar a amar al canadiense. Este acercamiento a los más jóvenes le otorgó un nuevo título: el padrino del grunge.
Rockin’ in the Free World – Freedom (1989)
Este año, Donald Trump la usó en su campaña para Presidente de Estados Unidos. El millonario republicano no captó el sentido irónico del tema (un ataque directo a la gestión de George Bush padre), y encima se ganó la esperada bronca de Neil Young, que salió con los tapones de punta a denunciar que él nunca lo autorizó.