Natalie Pérez, por favor. Sola desde su casa, con sus tres mascotas y su pedacito de cielo, conversó con Billboard AR una tardenoche de sábado. La artista se encuentra trabajando en su segundo disco, luego de su debut en la música con Un Té de Tilo Por Favor. «Me pasan dos cosas con la cuarentena. Primero, que la amo. Amo quedarme en casa, no salir y que nadie venga, vivir mi casa. Segundo, que se volvió real el «Qué ganas de no hacer nada» y ahora no lo queremos tanto”.
La música y actriz protagoniza la serie reciente de Netflix, Casi Feliz, junto a Sebastián Wainraich.
¿Qué pensás este momento?
Pienso en la gente que está sola, las familias grandes en casas pequeñas, la economía. Pero estoy recibiendo muchos mensajitos de gente que dice que le alegré al día y automáticamente me cambia el día.
¿Por qué cambiaste tu nombre de usuario @untedetiloporfavor?
Estoy armando mi segundo disco y como no se va a llamar «Un té de tilo por favor», tuve que cambiar. Decir adiós es crecer.
¿Tenés para grabarte en tu casa?
Grabo con notas de voz en casa, pero descubrí que en casa tengo todo. Todas las cosas del vivo las tengo acá, entonces tengo que hacer una videollamada para aprender a usarlo. El otro día alguien me mandó que en nuestro podcast yo había dicho que en marzo y abril me iba a quedar en casa con la guitarra armando cosas (ríe).
¿Qué no puede faltar en la cocina de Natalie Pérez?
Lo que no puede faltar en mi casa, pero agradezco un poco cuando falta, es el dulce de membrillo, el dulce de batata, el queso. Nada mejor que el queso y dulce. Mi papá el otro día me trajo un kilo de membrillo y hasta que no lo terminé, no paré. No hay mucho más, vivo con lo que tengo. No soy fanática de nada, cualquier cosa la puedo reemplazar con lo que tengo.
¿Qué estás mirando en Flow, Amazon, Netflix? ¿Algo que te haya inspirado?
Vi poco, pero terminé de ver «La Casa de Papel», estoy enamorada del Profesor. No de actor, del personaje. El final no lo esperaba así, pero bueno, deja abierto a más temporadas. La vi en una noche aparte. Vi otra serie entera, me sorprendió, pero es muy naif, «Anne with an E». Me pareció espectacular, la nena se actúa a todo, tiene una forma de hablar y decir muy imaginativa, muy de una chica muy leída. Lloré un montón de emoción, me recordó a mi infancia, a mi primer llanto por un chico. Es una historia linda, me la contaba mi mamá de chica. Es romántica y mágica. Después vi un documental que se llama «Cambio Radical», sobre la alimentación. Es ágil, medio embole por momentos, pero decís: «Mirá qué onda este mundo». Desde que me mudé sola como menos carne, solo cuando voy a lo de mis viejos, o el asado. Estuve anémica, tuve que volver a comer, pero después arranqué a comer más porotos, etc.
¿Te ves a vos misma en los videos?
No, me costó desde chica verme. Viste cuando grabás un video y pensás «Uy no me aguanto la voz». Verme me ayuda a mejorar, porque no todos tienen la posibilidad de verse en el trabajo frente al jefe, y yo sí. Además, es muy exigente. Una vez me mandé un moco fuerte arriba del escenario muy jodido, violento y después Den, mi mejor amiga y manager, me castigó. Después lo vi y me quería matar, pero después lo vi y le dije que si ella tuviera la posibilidad de verse hablar con la de luces cuando le habló como le habló no diría lo mismo. No es algo normal poder verse. Me cuesta bastante, pero me quiero en el momento, después no me quiero ver. Estoy conforme, siempre pienso que puedo mejorar.