“El hombre que no sabe lo que busca construye una angustia que no sabe lo que es”, canta Julián Minckas en Hombre, el track que cierra su disco. Y en su canto primal, el tipo habla de su esencia: Minco, el proyecto solista del ex Puerto Infinito, es el canto por el canto mismo, la búsqueda en su máxima expresión.
La historia no empezó hace poco: hace diez años que viene sonando esta guitarra. Se escuchó en todos los puntos calientes de la cultura emergente porteña y sonó fuerte en los bares de Montevideo, en esos lugarcitos de sillas altas y pasión acústica. Porque en su mínima expresión, en su etapa más tierna y en su acabado final, las cuerdas y la madera conviven en su sonido como pregunta y respuesta.
Y en ese péndulo de ida y vuelta para tocar allá y acá en el Río de la Plata, se cimienta el proyecto solista de Minco, que acaba de lanzar su álbum homónimo: sus canciones son más que rioplatenses; sus canciones son ese punto del río, esos minutos en los que no se ve Colonia ni tampoco Buenos Aires. Y en esa delgada línea por momentos se escuchan memorias de Leo García o Kevin Johansen, pero también suenan Eduardo Mateo y Fernando Cabrera. Y, por sobre todas las cosas, en ese punto intermedio entre lo propio y lo ajeno, él encuentra algo más importante: sus canciones son personales, pero se escuchan universales.
Y en su voz grave hay sensibilidad spinetteana y melancolía uruguaya. Y en su guitarra acústica entran todas las emociones del mundo. En los últimos años, Minckas ha escrito música para obras de algunas de las salas de teatro más importantes del país. Y eso se escucha: sus canciones solistas son expresivas, climáticas, nacen con un play y mueren en tres minutos y medio.
En cada entrevista que ha dado, cada vez que puede, habla sobre la música, su capacidad de sanar y su poder de destruir. Plantea el interrogante. Y sus canciones se lo responden: “Al cantar todo se aclarará” susurra en el Al cantar, el tema que abre el álbum. “Cantemos con alegría”, propone al promediar el disco. Porque él, en el fondo, ya eligió: Minco es música para sanar.