Luego de atravesar dos meses de cuarentena en París, Michelle Blades pudo salir a la calle. Dos semanas después, su música también salió a la libertad. La artista, quien lejos de encasillarse en un género se define como compositora, editó su primer trabajo enteramente en español: Nombrar Las Cosas.
El EP intenta nombrar las cosas de la vida real: sensaciones, emociones, situaciones e imágenes que transcurren en nuestros días. Está compuesto por siente canciones en los que suenan diferentes conciencias y puntos de vista en los ecos de la voz de la cantante. “El mercado hispanohablante se puso tan fuerte que los grandes se tienen que adaptar para ser parte. Yo quiero ser parte de eso”, compartió.
Por Josefina Armendariz
¿Qué pensaste o aprendiste de estos dos meses de confinamiento?
Usé estos dos meses para pensar en el consumo, el lugar que ocupo en la tierra, los efectos que dejo. No somos tan anónimos, cada quien contribuye o lastima con sus decisiones y estamos en un momento muy decisivo. Me angustia esto, está raro salir porque veo el paisaje con gente enmascarada y, a la vez, veo videos de colas larguísimas en Zara. La primera acción en libertad es ir y comprar ropa. Increíble.
¿Qué cambia lanzar música en un contexto como el que vivimos?
Es la primera vez y estoy muy feliz de acompañar a los que están encerrados con un poco de música. Obviamente triste, porque no puedo tocar las canciones en vivo. Tenía pistas para llevar mi música a Latinoamérica, más allá de México. En Argentina, Chile… He estado hablando con un programador. Me siento un poco frustrada en ese aspecto, pero a la vez el peso de la realidad ocupa tanto espacio que solo puedo aceptar que tengo que evolucionar con los tiempos. Estoy muy feliz de sacar el disco porque llevo mucho tiempo preparándolo. Es mi primer disco en español, muy importante para mí. Ojalá acompañe a quienes no hablan español también.
¿Qué me podés decir de ser una artista de dos idiomas, dos mundos?
El inglés es muy maleable, muy flexible. Ha cambiado bajo la empresa de otros idiomas como el francés, alemán, hay de todo en el inglés. Es un idioma que podemos estirar como queremos. Sobre el español, siento que es un idioma en el que nosotros nos tenemos que estirar, porque es tan fuerte, colorado y cada palabra puede traer una imagen tan fuerte que es un ejercicio de disciplina y creatividad. Es todo lo contrario al inglés en escritura.
A nivel de identidad, sentía una presión natural porque es mi idioma materno, una familia muy musical. No quise que me aplaste, pero la tomé en cuenta. Hablado, el español canta un poco más. Obviamente se ve en la melodía, en cómo se arman frases, hay que pensar más cómo caben las palabras, hay mucho que hacer. Yo soy debutante, apenas empiezo en esta aventura maravillosa que prefiero.
¿Qué es lo más lindo de ser una artista que viene de muchas culturas y diferencias?
El español ofrece mucho más. Tenemos “Te amo” y “Te quiero”, “Te extraño” y “Me haces falta”. Son dos niveles muy diferentes de expresar el mismo sentimiento, da otro color. Ese es un reto de, con todas las posibilidades que tenemos, no hacer demasiado. Un reto de hablar francamente en una canción. Tenemos muchos grises que acompañan el blanco y negro. En el EP tengo canciones con muchas imágenes, muy folklóricas, hablo de estrellas, de sol, lo que sea. Tengo una canción “Mota o Perreo” que es un lenguaje entre amigos, muy casual y de un estilo particular. Toma un nivel de lenguaje para expresar un sentimiento y señalar una comunidad de gente que existe y vive ese tipo de vida.
¿Cómo ves la escena actual de la música en esta región?
La verdad es que casi toda la música que escucho, moderna o antigua, viene de Latinoamérica. Sé que en Argentina tienen una escena muy exitosa en Latinoamérica y Europa. Mis grupos favoritos son los Meridian Brothers. Y también escucho a los más ancianos como Victor Jara, Hector Cabrera… yo quiero ser parte de eso. Quiero integrarme y ser parte de este mundo que admiro tanto. La historia cambió y grandes que cantan en inglés como Madonna y Drake están cantando en español estos días. El mercado hispanohablante se puso tan fuerte que los grandes se tienen que adaptar para ser parte.
Es muy interesante porque yo crecí bailando perreo, pero no le decíamos así, sino booty dancing en Miami. Es una parte de la cultura, en Miami todos éramos latinos, escuchábamos música reggaeton y tropical, ahora escuchamos rock, a los reggaetoneros y más participantes del movimiento. Yo quiero ser parte de eso. No me importa el género de música que grabe, el sentimiento llega más allá de las palabras.
Me cuesta mucho encasillarte, ¿sos de definirte?
Me gustaría ser más definida como compositora. Soy artista y me permito lo que necesito hacer en el nivel de sonido para contar una historia o hacer entender un sentimiento, una emoción. A través de lo que sea: guitarras eléctricas, un ritmo, lo que sea. Los más grandes se permitían eso, cambiar de ropa, de look, de sonido disco a disco. La música es un ensayo y quiero ensayar varios estilos hasta encontrar que alguien escuche un disco mío y diga “Ah esto es algo de Michelle”. En el estilo, en lo que siento, en la manera de escribir, aunque no suene como el disco que saqué en 2010. Que se reconozca. Eso define el éxito: que puedan decir en dos segundos “Ah es tal”. Como cuando ves una foto y reconocés al fotógrafo.
¿Qué buscás con Nombrar las cosas?
Empezó con cuatro canciones que escribí y luego pensé que era poco para presentar mi primera obra en español. Entonces me permití un rato para vivir la cosas, sufrir un poco, enamorarme, desenamorarme, todo lo de la vida. Para tener algo que decir. Me gustaría tener la disciplina de sentarme a escribir y sacar palabras, pero no soy así. Soy el tipo de persona que se sienta a escribir si la luna está en buena posición. Entonces escribí dos más e incluí un cover de Victor Jara. Busqué hacer algo de calidad, algo de lo que esté orgullosa de compartir con mis camaradas y amigos. Por eso grabo discos yo.
Luego la parte de la industria es necesaria si quieres continuar compartiendo. Alcanzar a gente con tu mensaje en fiestas, en felicidad, en sus problemas, donde sea. No tenía ningún reto con este disco, más que hacer algo bueno. En lo que yo defino como bueno.
¿Qué esperás este año?
Pues ojalá que la música alcance a las personas y las acompañe. No tengo expectativas, aprendí que debo esperar la decepción. Así que estoy abierta a toda oportunidad y efecto después de todo lo que pase en este disco. Ojalá mi próximo disco en español desarrolle un estilo y tenga una calidad, color, sentido y sonido aún mejor. Algo para llevar más lejos las ideas que tengo. Sobretodo en estos días, creo que es mejor observar, ver y adaptarnos. A nivel personal, musical, ecológico. Estamos como en un purgatorio en el que decidimos si vamos al infierno, al cielo o si podemos regresar a la tierra. Solo digo, ojalá la gente lo escuche y ojalá seguir escribiendo siempre.