Martín Elizalde lideró durante 18 años la banda Falsos Profetas, que el año pasado se despidió después de haber editado cinco discos de estudio. En esta nueva etapa, el músico sigue incursionando con los ritmos rioplatenses en su tercer álbum solista, La Distancia Perfecta, y también en su faceta literaria, ya que viene de publicar su primera novela: No hay nada romántico en Buenos Aires. El viernes 11 de septiembre a las 21 hs presenta el álbum en Club Cultural Matienzo.
¿Por qué se disolvió Falsos Profetas?
Pasaron 18 años, y como toda relación larga, el cariño queda intacto, pero se pierde un poco la química para emprender nuevos desafíos. Ninguna actividad en la vida merece ser realizada sin pasión, pero mucho menos la música. Decidimos ponerle un freno y darnos la posibilidad de despedirnos. Terminamos confirmando que Falsos Profetas fue una banda honesta en la propuesta estética.
Aún así, en este álbum se reconocen sonidos de la banda…
En mis discos solistas anteriores [Amores de Trinchera -2010 y Chaparrón -2013-] traté de hacer cosas que no tenían espacio dentro de Falsos Profetas. Esos discos me permitieron expandir mis inquietudes, de entender cómo es el oficio de hacer canciones. Cuando iba a hacer La Distancia Perfecta, sinteticé un poco el rock urbano que habíamos desarrollado con la banda y cuestiones más vinculadas con la experimentación, sin considerarme un tipo de vanguardia, ni mucho menos. Me permití combinar esos dos mundos.
¿Hay Mujeres es una reivindicación del género femenino?
Hace años que vengo escribiendo rumbas, pero nunca me animé a grabar una, y cuando encontré ésta, me gustó. Es un reconocimiento a la mujer pero también al ser humano en general. A veces uno atraviesa una situación y puede sentirse solo o medio loco. No hay nada más funcional a un tabú que el silencio, y la canción es un pequeño reconocimiento a la gran evolución que ha hecho la mujer en estos tiempos.
¿1978 es el año de tu nacimiento?
Sí, pero también habla de aquellos años fuertes. En ese momento mi familia estaba viviendo en Viedma y estábamos un poco lejos de todo lo que pasaba, pero en todos lados se sintió lo que pasó en esa época. Cada vez que aparece un nieto lo siento como muy cercano, porque casi todos tienen mi edad. No es una canción que aborda ese tema, pero es un viaje más personal de mis primeros años de vida, que forma parte de todo un contexto.
¿Por qué elegiste a Ganas de Más como el corte de difusión?
Le mostré las canciones al director del video, Tomás Pérez Silva, y me dijo que le gustaba esa. Yo estaba entre un par de canciones más y esa. Pero está bueno que venga alguien de afuera y ayude a decidir. Al haber producido este disco y llegado a una etapa de mezcla por mi cuenta, necesité bastante de las devoluciones y opiniones de colegas y amigos. Y una de esas decisiones era la de elegir el corte.
Además de este nuevo álbum, el año pasado publicaste una novela. ¿Influyó en las letras del disco tu nueva faceta ltieraria?
El hecho de haberla publicado me liberó bastante a la hora de escribir estas canciones, que tienen letras más directas. Por ahí, en los primeros discos buscaba una intención más literaria. A la distancia las veo un poco pretenciosas, aunque les tenga cariño. En ese momento escribía sobre cosas que no había vivido. La novela me ayudó mucho a entender el proceso de escritura y de abordar las letras. En cuanto a las letras, es el disco más directo, porque no hay tantos obstáculos entre los que quiero transmitir y lo que escribo.
Foto: Phillippe Caillon