En un puesto de diarios de la calle Paseo de la Reforma, en el barrio de Cuauhtémoc de Ciudad de México, se pueden divisar rápidamente dos caras: en una portada de una revista, aparece Izán Llunas y en otra, Juan Pablo Zurita. Ambas fotos están acompañadas por otras dos palabras: Luis Miguel. Los actores interpretan al Sol de México en su infancia y a su hermano, Alejandro Basteri, respectivamente, en Luis Miguel: la serie, que se estrenará el 22 de abril en Latinoamérica y España vía Netflix, y en Estados Unidos y Puerto Rico por Telemundo. Es la primera autorizada por el músico.
Ahora bien, si uno cruza la calle desde el kiosquito de revistas hacia el hotel The St. Regis –el mejor de la ciudad− y se dirige hacia la habitación 909, puede apreciar a las caras que antes vio impresas en persona. También está el mexicano Diego Boneta −Rock of Ages, Scream Queens, The Dovekeepers− productor y protagonista de la serie, que asumió el difícil desafío de reencarnar a un personaje que aun está vivo. Apenas Diego entra en el cuarto, le pregunta a algunos periodistas que ya vieron el primer capítulo: “¿Se les hizo lo suficientemente reveladora?”. Es que los trece capítulos de la primera temporada –aún Netflix no anunció si habrá más, pero sobra material para hacerlas– intentarán desenmascarar, bajo la dirección de Beto Hinojosa, algunos de las situaciones menos claras en la vida del cantante: la desaparición de su madre, la conflictiva relación con su padre, las drogas, sus amores. Boneta explica: “Luis Miguel se encerró con los escritores a contar lo que no había contado antes. La última serie que hice fue Scream Queens, de Ryan Murphy, considerado el productor de tevé de Hollywood más importante de la era actual. Puedo asegurar que la producción de este nuevo trabajo no tiene nada que envidiarle a la de Murphy. Nada. Y qué orgullo me da decir que es una producción latina”.
“Ray [2004], la biopic de Ray Charles, y Walk the Line, que trata la vida de Johnny Cash, son las mejores biopics que se han hecho. A Ray lo interpreta Jamie Foxx, y gracias a ese papel se llevó el Oscar, porque él hizo todo: actuó y cantó. Tengo la suerte de que sea alguien a quien conozco, así que le pedí consejos –dice el actor−. Le conté que me tocaba a un cantante latino, pero que quizás no lo conocía porque no ha hecho nada en inglés fuera del dueto con Frank Sinatra. Jamie me contesto: ‘¿Es Luis Miguel? Ufff, que tengas suerte. La voz de ese cuate no la tiene nadie. Haz todo lo que puedas, que no haya una sola referencia real de él en toda la serie’. Entonces me decidí por cantar yo las canciones. Tuve un año de preparación, que es mucho tiempo. Normalmente te dan, como mucho, cuatro. La preparación fue más intensa que el rodaje. También viajé a España para entrenarme con un maestro de la actuación argentina que se llama Juan Carlos Corazza y conté con él para humanizar a un mito, para interpretar al Luis Miguel atrás de cámaras. Junto con las investigaciones y las reuniones con todas las personas que lo conocían a esa edad, hicimos un research muy específico. No fue solo convertirme en Luis Miguel, fue convertirme en Luis Miguel desde el 87 hasta donde termina la serie”.
También agrega: “No tengo la voz de Luis Miguel”, y lo repite a modo de broma en cada grabador que allí se encuentra. “Llevo 18 años cantando, pero estas son las canciones más difíciles que me tocaron interpretar. Tuve que volver a aprender a cantar, porque no podía hacerlo con mi tono, tenían que ser los tonos de Luis Miguel. Tuve que cambiar el vibrato, ver dónde coloca él la voz, cómo pronuncia las s. Además, trabajamos con Kiko Cibrián [productor estelar de LuisMi], como productor musical de la serie. No hay pistas, todos los instrumentos fueron regrabados”.
Por su parte, el español Óscar Jaenada se expande sobre su interpretación de Luis Rey, padre del Luis Miguel: “A mí me pagan por justificar sus actos, por entenderlo. Hubo una escena complicada sobre la muerte de mi personaje. Había cosas que para mí no tenían mucho sentido, así que tuvimos que parar y hacer muchas llamadas. Siempre había dos guionistas en el set para reescribir lo que hiciera falta, porque la vida de Luis Miguel es muy misteriosa. Para mí, lo que se muestra en la serie no tiene nada de ficción”.
“Me costó mucho desprenderme del personaje. Realmente me sumergí en esas aguas. Ahora, si a Luis Miguel le gustaban los tacos al pastor, yo no los puedo probar. Algo así a lo que pasa en el documental Jim & Andy, que refleja la reencarnación de Andy Kaufman en Jim Carrey. Pero sí lo puedo escuchar, porque me gustaban sus canciones antes de este papel, el Diego de antes ya era fan –cuenta Boneta–. Hay muchas cosas que Luis Miguel me dijo que no le voy a decir a nadie, que me ayudaron a componer el personaje. Cuando recreamos el video de “Cuando calienta el sol” y se lo mostramos, Luis Miguel agarró mi teléfono, hizo zoom, y me dije: ‘¡Soy yo! Diego, ¡soy yo!'».
Mi emoción por la serie de Luis Miguel es demasiada
— Sofi Llamas (@sophie201150) 18 de abril de 2018
#LuisMiguelLaserie
!!No se les olvide ver la serie de Luis Miguel!!