Fecha de lanzamiento: 9 de septiembre de 2016
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A casi 30 años de su formación, si hay algo que se le puede adjudicar a Los Cafres es persistencia. Desde Quién da más (2004), la banda de Guille Bonetto supo acomodarse en el nuevo milenio con una lectura estilizada de su fórmula de reggae roots, y en el camino quedaron momentos memorables. Para Alas canciones, en cambio, los riesgos bajan a un coeficiente mínimo. Hay guiños interesantes, como la clave de bolero en La maraña, los aires de dub de Listo, que recuerdan el brillo de Frecuencia Cafre, y Huellas, un número donde el ragga y el dance hall se mezclan en un beat hipnótico. Pero el problema está en el resto del corpus. Ahí es donde Los Cafres ingresa en un juego de espejos: Órbita parece un calco de Mar de amor, y el single Se Q’ el mar, quizás uno de los más fuertes del disco, no es algo que la banda no haya hecho antes. Los fans van a estar complacidos, pero aquellos que anden buscando algo revelador tendrán que explorar otros canales.