Por Benjamín García
La cita fue el sábado 18 de septiembre en el Estadio Obras de la Ciudad de Buenos Aires.
«Estoy muy emocionado. Que estemos juntos otra vez es algo increíble, es un acontecimiento que demuestra que todo puede ser mejor, todo puede cambiar», se desahogó al comienzo del show Cucho, frontman de la banda. El festejo arrancó con la icónica Somos, funcionando a la perfección como carta de presentación. Después siguieron el resto de los himnos que Los Decadentes sembraron en el imaginario popular argentino: «Loco (Tu forma de ser)», «El pájaro vio el cielo y se voló», «La guitarra», «La marca de la gorra», «El murguero», «Un Osito de Peluche de Taiwán», «Prima lejana» y «Vení Raquel», entre otras.
La histórica banda argentina aprovechó la celebración y sumó a su lista de invitados canciones ajenas, como «Beatle y Jorobadito» de Attaque 77 y «Viejos Vinagres» de Sumo, el primer single oficial de una trilogía que llevará por título ADN, obra conceptual dividida en tres discos en los cuales la banda visitará canciones y artistas que marcaron un antes y un después en la historia musical.
Sobre el final de la fiesta, aparecieron las tortas y los disfraces, el Francés, miembro fundador y percusionista de la banda, se puso el traje de bombero, agarró una manguera y refrescó al embarbijado publico decadente.
Dos intensas horas de show y un cancionero digno de grandes éxitos fueron más que suficientes para inyectarle a la gente una alegría merecida que en el último tiempo se estaba haciendo esperar.