Decir que Anderson .Paak es un rapero es quedarse corto, porque su propuesta es una de las más integrales de la escena: además es cantautor, productor y una de las mejores voces de su generación, y durante buena parte del show hasta toca la batería mientras canta. Su aterrizaje en el país no podría llegar en mejor momento: Malibú (2016), su segundo trabajo bajo el seudónimo que lo identifica, es el álbum en el que encontró definitivamente su estilo. En franca conversación con To Pimp a Butterfly, la obra maestra de Kendrick Lamar, el disco adecúa una amplia paleta de estilos bajo el molde del R&B y confirma a .Paak como uno de los cantantes de rap con más sensibilidad musical.