En este nuevo álbum la banda comparte 10 canciones que recuperan la esencia de los primeros discos y la mezclan con la experiencia de sus últimos viajes y grabaciones.
A nivel estilístico, parten de la rumba y la fusionan con los toques latinos y pop que aporta la producción del también catalán Tato Latorre, pieza clave en la organización, grabación y ejecución de un disco en tiempos de pandemia.
Siguiendo con la parte técnica, la mezcla estuvo a cargo de Rafa Sardina, ingeniero vasco residente en L.A. Otra cosa que llama la atención es el colorido diseño de Darle la vuelta, obra del diseñador irlandés Steve Simpson con el que el grupo ha trabajado por primera vez.