El 16 de junio de 1965 ocurrió un hito en la historia de la música moderna cuando Bob Dylan publicó Like a Rolling Stone como single. La canción muestra a un Dylan elevado a su máxima expresión como poeta y desafiando todas las leyes de la industria discográfica con un tema que duraba más de seis minutos, algo totalmente inconcebible en aquella época.
A pesar de que las radios se negaban a transmitirla, llegó al Nº 2 del ranking Billboard Hot 100, detrás de Help!, de los Beatles. Like a Rolling Stone es uno de los temas más versionados del rock. The Rolling Stones, Jimi Hendrix, David Bowie, The Wailers y Johnny Winter son solo algunos de los artistas que la interpretaron. Pero su leyenda también se agiganta por el contexto en el que fue publicada, durante una época que marcó un quiebre en la carrera de Dylan.
El universo artístico estaba convulsionado por la aparición de los Fab Four, y el camino estaba allanado para que Dylan se convirtiera en el principal referente norteamericano de aquella oleada creativa de los años sesenta. A continuación, un repaso por los momentos clave de Bob Dylan en 1965:
• Atento a la avanzada de los Beatles en Estados Unidos y a las versiones que los Byrds hicieron de sus propios temas en su álbum debut, Mr. Tambourine Man (creando el género del folk rock), Dylan decidió mutar hacia un rock electrificado en sus discos y en sus presentaciones en vivo.
• Entre 1965 y 1966, Dylan grabó tres de sus discos más celebrados: Bringing It All Back Home (donde incorporó los sonidos eléctricos ya mencionados), Highway 61 Revisited (en el que incluyó Like a Rolling Stone) y el doble Blonde on Blonde. Los tres llegaron al top 10 del Billboard 200.
• Fue el año en que realizó su primera gira por Inglaterra durante mayo, que quedó documentada en la celebrada película Don’t Look Back, dirigida por Donn Alan Pennebaker.
• Por su giro al rock, sus fanáticos más conservadores le demostraron su bronca con una catarata de silbidos durante su histórica presentación en el festival de folk de Newport, en julio de 1965. El concierto también dio lugar a un mito inolvidable: Pete Seeger, referente consagrado del género, intentó sin éxito cortar los cables del sonido, cuya distorsión estaba molestando al público. Según Seeger, quiso hacerlo para que la gente pudiera prestar mejor atención a las letras de Dylan.