Se autodefine como #femibardo y #claseobrera. Ganó visibilidad en la última edición del Cosquín Rock cuando subió como invitada de Eruca Sativa, pero su presencia en la escena data de más atrás. Vagabunda con historia, la MC y beatmaker empezó a cantar a sus dulces 16 aunque a los 11 ya tocaba la viola. Golondrina, nació en Catamarca y vivió en Jujuy,  pero se profesionalizó en Córdoba. Allá produjo a algunos raperos, hasta que se animó a grabar Conexión natural (2013), su primer trabajo solista atravesado por algo que podríamos llamar el mambo del monte. Al llegar a Buenos Aires, se dejó quemar por el fuego de la protesta política y grabó Vagabunda original (2015), donde le canta a su madre biológica, que fue cantante de cabaret y prostituta.

Criada por una madre adoptiva soltera y con 5 hermanas que hacían el asado los domingos, asegura que siempre escribió en clave feminista sin saberlo. Será porque se inspira en vivencias propias que sus letras tienen esa fuerza. Cansada de la invisibilidad de las raperas, en 2016 sacó Malas lenguas: el primer compilado de rap argentino con 16 mujeres como protagonistas. Y así, cada decisión la fue consolidando en esa órbita musical femme power con rimas empoderadas y una lengua sin una mísera pelusa.

Inquieta y convencida, le entra a la lucha por todos lados. Organiza batallas de freestyle feminista con el colectivo Malas Tripas, conduce Derrape en FM Octubre y da talleres gratuitos de rap para adolescentes de bajos recursos en Casa Sofía (Palermo) y en Lugano. Pero hay más. Está preparando una nueva apuesta que la tiene desvelada: Magia negra. Un intento de llevar el hip hop a algo más nacional y autóctono, pero fusionado con ritmos latinos. En criollo: música de protesta para bailar y romper todo.

“La sicaria” es el primer corte difusión. Muestra a una mujer sin miedo que marca el camino del empoderamiento, al calor de la cumbia colombiana y junto con Ivonne Guzmán (ex Bandana, Actitud María Marta y La Delio Valdez). Pero es solo la primera de una extensa lista de colaboraciones que marcan el rumbo buscado y la definen como productora incuestionable: desde la chilena Yhi Capsule (cantante de house, productora y feminista pachamamística-ayahuasquera) hasta Nakury de Costa Rica, Taz Mureb de Brasil, Magia Música de Venezuela y el local Ca7riel.