
Mientras que Katy Perry sigue promocionando su próximo álbum, Witness, hizo escala en los estudios de SiriusXM y fue inevitable no tocar el tema sobre su conflicto con Taylor Swfit (las cantantes eran amigas pero después se pelearon, y en consecuencia, Swift le dedicó la canción Bad Blood).
“Intenté contactarme con Taylor. Quise hacer las cosas bien, pero ella me cerró las puertas y escribió una canción −dijo Perry−. Estoy lista para arreglar las cosas, porque si las mujeres están unidas, el mundo sanará. No tengo conflicto con nadie. Amo a todo el mundo, y debemos estar más unidos que nunca. No importa de dónde venís, no importa lo que creas, no importa qué música te gusta. Somos iguales”.
Sin embargo, también pasó por el programa de James Corden y no se mostró tan dispuesta a solucionar el problema: «Ella lo empezó y es hora de que ella le ponga fin».