Ivy Queen – Martha Ivelisse Pesante – es una de las pioneras del género urbano. La cantante puertorriqueña marcó su impronta desde los comienzos del reggaeton en el 1990. Canciones como “Quiero Bailar”, “Te He Querido, Te He Llorado” son himnos que abrieron el paso a artistas como Natti Natasha, Karol G o Becky G y más mujeres en la música urbana de hoy día.
¿Cómo fue el proceso de “Antídoto”?
Cuando me dio con crear esta canción pensé que, al igual que todo el mundo estoy pasando este momento de crisis. Pensé que no quiero que la musa me abandone, yo no quería ser hipócrita con mis sentimientos como compositora, con mis sentimientos de mujer y de madre. En general, eso fue lo que nació en ese momento, podría haberme acompañado otro instrumental, pero yo no quería.
Relación con Cono Sur, sentís que fuiste influencia en la música urbana, creés que hoy una época de oro?
Si, nosotros en la música latina hemos hecho un enlace con muchas culturas. A los argentinos, que les gusta el hip hop, el rap en español y eso es lo mío, yo vengo de la cuna de eso. Siempre sentimos una similitud y un afecto y la música logró ese enlace. Conozco a Cazzu y me parece una propuesta tan real y tan diferente. Ella tiene su propia esencia. Cuando estoy frente a ella, el respeto y la admiración de esa niña es tan palpable que no me lo tiene que decir porque se le ve en el rostro. Esos son los enlaces que logra la música. Yo digo que esa es la victoria más grande, el cariño y la admiración de la gente, el enlace. Definitivamente nuestra música ha hecho enlaces con diferentes países.
El mundo del Pop ha tomado ritmos urbanos y lo llevaron al mainstream, ¿Cómo te llevás con ese lado del pop?
Fui criada en una casa con música y aprendí a respetar que a mamá le gustaba la salsa y a mi papá el jazz, la música de trío. Yo nací de dos colores diferentes. Como la música me llena, me gusta y nunca la vi como división, me gozo de esos colores que le dan. Es como ir a una heladería y que tengas un solo sabor, te vas a cansar. Eso pasa con el color que le dan los nuevos artistas que van surgiendo.
Acá y en otros países hay movimientos muy marcados de empoderamiento de la mujer. Vos sos una de las fundadoras del género que va a cumplir 30 años, qué obstáculo tuviste que sortear por ser mujer?
Vengo de todos los obstáculos habidos y por haber. Cuando salí, tenía en contra que mi voz, mi ropa y mi actitud eran muy masculinas, aunque en mi letras se escuchaba la voz de mujer. Estoy orgullosas de haber abanderado a las mujeres que no tenían voz para decir el “El me caya a golpes”, “Él me fue infiel”, o “Sí, quiero bailar contigo, pero no quiere decir que voy pa la cama”. Son cosas que cargo y defiendo desde adolescente, pero cuando me enamoré de la música pensé que esa iba a ser mi vía: defender a la mujer.
Me llenó de orgullo ver que había más mujeres haciendo música. A veces alguien hace un martirio para que otros agarren la recompensa, pero lo que viví me llevó a lo que soy hoy. Que mi hija de 6 años quiera incursionar en la música, por ejemplo. Va a contar con herramientas que no compra el dinero, herramientas que pienso darle como mujer a ella para que se defienda. Las mujeres tenemos una carta de presentación en la música que va más allá del look, que fuimos adquiriendo con el tiempo. La mujer va teniendo una metamorfosis. La mujer no debe olvidar, más allá del look, de hacer un repertorio digno, que va a ser una carta de presentación por años y años: Mariah Carey, Whitney Houston, Celia Cruz, Amanda Miguel son mujeres que entendieron su color y su música es una carta de presentación.
Yo crecí de la música, doy gracias a mi padre, que era de la música sentida. A los 12 años cantaba canciones de gente enamorada, mujeres maduras, gente en despecho… criar con música es el mejor regalo que le pueden hacer a un muchachito o muchachita.
¿Qué fue lo que más cambió para vos en la música ahora con los home studios?
Recuerdo que en los 90 no había tanto equipo electrónico en el estudio. Tenías que arrancar y grabar hasta el final sin equivocarte. Hubo un cambio en eso, en el color de la música. El reggaeton tenía un bajo marcado, instrumentaria diferente, expresa que vivimos en tiempos diferentes. A la música urbana o underground, la vendían de la cajuela de un carro y la vendìan en un cassette. La música se ha expandido y ha hecho un gran estruendo. Hoy, esos números significan más: hay disqueras, contratos, acuerdos con los cantantes, muchas cosas pasando con la música.
¿Por qué hay tantos cantantes talentosos de Puerto Rico?
Creo que somos muy románticos y muy problemáticos. Somos una combinación candente, que hace que la gente quiera saber. Somos una isla muy bendecida, como Cuba. Tenemos grandes atletas, deportistas, grandes personas. Somos muy apasionados, creo. Sin quitarle mérito a ustedes porque son argentinos y su tango es el romance de la vida.
Sos fundadora del género, ¿quienes son los verdaderos fundadores?
Nosotros tenemos una mezcla muy espectacular. Nuestro padre fundador del rap underground es Vico C, es innegable. Pero entre los panameños están El General, Nando Boom, Aldo Ranks, estas personas del caribe increíbles. La diferencia es muy triste, y es que los panameños no podían viajar al mundo y nosotros los boricuas podíamos. El status político tenía ventajas para unos y otros no. Yo hice amigos en Panamá por años porque los albergué con cariño y tristeza, porque no podían salir de su país y eran unos raperos espectaculares. La música urbana tiene sus padres fundadores y no podemos devaluar el trabajo de los panameños, que son gran influencia de lo que nos convertimos.
¿Cuán difícil fue hacerlo como mujer?
El género del rap, reggae, reggaeton fue un no constante en nuestro país. Por las letras con poco contenido que la mujer en verdad merecía. Esa era la batalla. Imagínate yo cantando con la bandera femenina en la mano y el gobierno generalizando y diciendo que todos somos unos bandoleros. La música salvó mi vida. Mis padres se divorciaron y yo me enamoré de la música, la seguí porque fue lo que quería hacer. Me tocó vivir lo que me tocó vivir y hoy es un honor tener el respeto, algo que no se compra. Me siento orgullosa de lo que he creado.
Sé que hay muchos compañeros que usaron la música como vía. En mi caso, luego del divorcio de mis padres, la música era mi compañía 24/7. Sé que mucha gente y compañeros se sienten identificados con lo que digo, compañeros que buscaron que la música les salvara la vida. Yo pasé mi adolescencia hasta la adultez en la música, el mundo entero me vio crecer.
¿Creés que tu enlace con EEUU te dio esa combinación de hip hop?, ¿es verdad que todos usaban el mismo beat que venía del dancehall jamaiquino?
Sí! Era el mismo ritmo, en ese ritmo tenía que tirar todo el mundo. Ese era el reto, sonar diferente. Esa es la verdadera escuela, a veces la gente dice “la vieja escuela” “la nueva ola”. Definitivamente la música urbana de nuestros comienzos fue la verdadera escuela para la graduación de muchos cantantes de hoy día.
¿Qué cambiarías del mundo?
Dos cosas. Uno de mis deseos es dejar de juzgar sin conocer. Y el otro es acerca de la medicina en general. Hoy es un negocio, debe ser accesible para todos, gratuita para todos. Perdemos muchas buenas personas con estos tratamientos de cáncer eternos y costosos, en los que además la persona se muere y termina pagando una deuda de tratamiento al hospital. Sería grandioso que la medicina sea gratuita y esté al alcance de todos.