David Bowie dejó pasar tres años desde uno de sus álbumes más celebrados, Scary Monsters, cuando, en 1983, lanzó el LP más comercial de su inclasificable carrera. Bowie dejó a RCA por EMI (mediante un contrato de 17,5 millones) y convocó a Nile Rodgers, productor y guitarrista de Chic, para darle un lustre pop a su nuevo álbum. Rodgers se había establecido como un creador de hits durante los 70, con trabajos para Diana Ross, Sister Sledge y su propio grupo, pero su carrera estaba en caída libre. “Tuve seis fracasos seguidos cuando no había tenido ninguno –dijo Rodgers a Billboard en 2016–.
Después, la disco cayó en desgracia. Y este muchacho David Bowie, que es un dios del rock, dijo ‘Creo en él’”. “Let’s Dance”, el tema de Bowie producido por Rodgers que dio título al álbum número 15 en la carrera del Duque Blanco, llegó al Billboard Hot 100 el 21 de mayo de 1983. El single, que también incluía al guitarrista Stevie Ray Vaughan, fue el segundo N° 1 de Bowie en el chart (el anterior fue “Fame”, de 1975). El álbum incluyó dos hits adicionales: “China Girl”, coescrita y primero grabada por Iggy Pop (N° 10) y “Modern Love” (N° 14). El LP también derivó en el exitoso tour Serious Moonlight, para el que Bowie, entonces de 36 años, adoptó un look sofisticado, bastante distinto a sus personajes más pálidos y glam.
Bowie murió de cáncer de estómago a los 69 años, el 10 de enero de 2016, dos días después del lanzamiento de su último álbum, Blackstar, que alcanzó el N° 1 del Billboard 200. Una muestra sobre su influencia en la música y la moda, “David Bowie Is”, se exhibe en el Brooklyn Museum de Nueva York hasta el 15 de julio.