Cuando tenía 45, la edad en la que muchas carreras de cantantes pop se han desvanecido, el álbum de 1984 de Tina Turner, Private Dancer, la salvó de un purgatorio comercial para convertirse en su éxito más grande.
Nacida como Anna Mae Bullock en Nutbush, Tennessee, empezó a grabar con los Kings of Rhythm de Ike Turner, con quien luego se casaría, y adoptó el nombre “Tina”. El grupo logró seis hits en el top 40 del Billboard Hot 100, incluyendo su cover de Proud Mary, de Creedence Clearwater Revival, por el cual ganaron un Grammy y que llegó al Nº 4 en 1971.
Detrás de la fachada del éxito de la pareja, no obstante, Ike estaba abusando de Tina, y ella se terminó yendo en 1976, llevándose solo una tarjeta de crédito y 36 centavos. Dos años después, se divorciaron.
Si bien estaba liberada de su matrimonio, Turner tenía problemas profesionales. Hacía shows estilo cabaret para poder pagar deudas mientras sus dos álbumes solistas no se movían mucho en los charts. Su fortuna empezó a cambiar cuando Olivia Newton John la invitó a que aparezca en su especial televisivo de 1979. El cameo hizo que conociera a Roger Davies, que fue su mánager y que la llevó a Inglaterra para trabajar en Private Dancer, su debut en Capitol Records.
El álbum fue el primero de cinco hits solistas en el top 40 del Hot 100, incluyendo su primer Nº 1, What’s Love Got to Do With It. Los éxitos ayudaron a que Private Dancer llegara al Nº 3 del Billboard 200 el 29 de septiembre de 1984 y a una racha de 39 semanas en el Top 10. Luego de Private Dancer, Turner logró otra docena de hits en el Hot 100 hasta 1996.
La artista siguió grabando y saliendo de gira hasta 2008. Ahora, retirada de las presentaciones en vivo y radicada en Suiza con el productor alemán Erwin Bach, está desarrollando un musical autobiográfico, con presentaciones en Londres agendadas para marzo de 2018.