Toda estructura necesita sus pilares y hoy Guille Salort y Fran Azorai ocupan ese lugar para la música argentina. Hoy unifican fuerzas con B4by B00m para responder a ese lugar y presentan Salorai Beats: una selección de sonidos y loops en conjunto (baterías y teclados) con una estética moderna y orgánica a la vez. Una herramienta profesional para la industria de la música argentina.
Salort y Azorai se han subido a los escenarios de WOS, Cazzu, Conociendo Rusia, Chita, Juan Ingaramo, Ca7riel y Paco Amoroso. Con esta iniciativa descienden del escenario y dejan su sonido a disposición de quien desee disfrutarlo: «Nos apoyamos para crear una idea nacional, con la posibilidad de tenernos a nosotros tocando en tus producciones», comenta Salort. La dupla – también conocida como el gremio – es el núcleo de varios proyectos musicales tanto para las grabaciones de estudio como también para su ejecución en un escenario.
La pandemia representó un desafío para el mundo del arte. Los artistas tuvieron que reinventarse y explorar nuevos horizontes. A finales del 2020, la dupla decidió lanzar sus primeros «Sample packs» o «librerías de sonido». Hoy, llega el segundo capítulo de la mano de Salorai Beats.
¿Cómo surgió la idea?
La idea surgió por diversos motivos. Uno de los primeros estuvo ligado a la pandemia, sin dudas ya que disponemos de más tiempo para poder abocarnos a realizar dicho proyecto. Previamente veníamos produciendo y grabando con diversos artistas argentinos, en diversos géneros, y esto provocó tanto como idea nuestra, como la de BabyBoom (una productora amiga) llevarlo a cabo. Suele ser para nosotros también, un punto de partida arrancar algún beat / producción por medio de un sample, robarnos un pedacito de algo que nos gustó, o simplemente hacer uso de tantos samples packs que hay dando vueltas. Nos apoyamos para crear una idea nacional, con la posibilidad de tenernos a nosotros tocando en tus producciones, ya sea en loops a distintos tempos, variables armónicas, one shots, etc. Después conllevó en ordenar todo esto e ir al estudio. Por un lado, a Siesta del Fauno y Los Elefantes de Lito Vitale, para pianos, teclados y sintetizadores, y por otro lado estudio Spektor para las baterías.
¿Qué se siente estar en el centro del sonido de la música argentina?
Creemos fervientemente en la diversidad de la música. Siempre fue un motivo para seguir adelante acompañar artistas que uno admira, crecer en conjunto, redescubrir texturas, y sin dudas generar vínculos en relación a la música que siempre ayudan a crecer. Ese compromiso es vital para estar a la altura de la música y lo que ella tiene para nosotros. Siempre es un desafío encarar proyectos nuevos, discos nuevos, música nueva, en fin situaciones nuevas que no dejan de aparecer.
¿Qué es lo que más extrañan de los escenarios?
Se extraña mucho la previa de lo que refiere un show: ir a ensayar, preparar ese show en vivo, viajar, alistarse para estar preparado al fin. Obviamente la adrenalina del vivo es lo que más extraña, pero ese momento del show termina siendo anecdótico teniendo en cuenta todos los días y horas que uno pone hasta llegar al escenario.
Más allá de la pandemia, ¿cuáles son los cambios más grandes experimentados por la industria de la música en los últimos años?
Creemos en que cambiaron los modos, y hasta hoy día no somos conscientes de los cambios a los cuales nos vamos a ver al adentrarnos de nuevo en una vida normal. Como artista, cada uno de su lugar tuvo oportunidad de crecer, de aprender, aprovechar ese tiempo que antes algunos no teníamos, tener que resolver situaciones por sí mismos. Yo creo que eso nos hizo más grandes y más independientes. La pandemia desnudó muchas debilidades y en base a eso surgieron algunas fortalezas. Lo más sorprendente y emocionante son los medios por los cuales uno consume y va a seguir consumiendo música.