La sonrisa de 2-D parece antinatural, una perversión de su verdadero carácter. Son tan pocas las veces que se lo ha visto feliz que el descaro con el que muestra sus dientes solo lo hace más morboso. Mientras el vocalista y tecladista de Gorillaz juguetea con Jack Black y se desliza en sus patines por Venice Beach, en otra parte del mundo, un overol naranja envuelve el cuerpo de su bajista. Murdoc está preso… otra vez.
Alcanza con conocer la hostilidad que habita en ambos músicos para comprender la sonrisa de 2-D: Murdoc tuvo sexo con su novia, es oportunista, autoritario y sádico, y autor del daño irreparable de sus ojos. Entonces, el traje de deportista despojado que 2-D ostenta en el reciente video de “Humility” es la divisa de su identidad, el emblema de cómo desea que lo vean los demás: libre. Porque encontró una manera diferente de serlo, y eso implica a Murdoc tras las rejas.
“¿Murdoc? ¿Quién es Murdoc? Ja, ja –se burla 2-D cuando Billboard le pregunta sobre su compañero–. Puede que él lea esto, así que debo aclarar que eso fue solo una broma”. Sin embargo, susurra por lo bajo: “Psst, entre vos y yo, señorita periodista, no lo queremos por acá. Esto es totalmente off the record, así que no lo escribas. La vida es hermosa sin él; es como si una sombra oscura y pesada se hubiera esfumado. Además, el aire a nuestro alrededor huele mucho mejor, hay menos trampas explosivas escondidas en la casa y ya no tenemos que soportar sus sollozos de las 4 a.m. cuando escucha a Whitney Houston. Se enojaría mucho si este último dato se hiciera público, pero por suerte esto no va a ser divulgado” (N. de la R.: como excepción, esta entrevista no está sujeta al secreto profesional periodístico).
Entretanto, desde su celda, Murdoc advierte: “Me embaucaron. Fui condenado por un delito grave que no cometí. Soy como Tim Robbins en la película Cadena perpetua, solo que más lindo y odio la fuckin’ ópera. Además, no estoy perdiendo el tiempo intentando salir de aquí con una maldita roca. En lugar de eso, estoy llamando a los fans de Gorillaz de todo el globo para que se manifiesten en contra de los casos de prisión ilegítima (pero, principalmente, solo del mío). ¡Usen el hashtag #FreeMurdoc! Es la mayor injusticia desde Mandela. ¡Corran la voz! ¡Libérenme! En serio… por favor, libérenme… Me estoy volviendo loco, y mientras tanto, 2-D me quita todo el protagonismo. Si hubiese una pizca de justicia, yo sería un hombre libre, y él, mi perro faldero. Como antes”.
Con Gorillaz siempre expusieron el lado oscuro de la vida; a veces lo hicieron con humor y otras veces se mostraron más críticos y directos. Murdoc, si tuvieses que escribir una canción en este momento, ¿contra qué protestarías?
Murdoc: Es verdad, sí sacamos a la luz lo más oscuro de la vida, pero acá adentro estoy intentando no mostrar demasiado. Especialmente en las duchas. La tentación es uno de los siete pecados capitales, y este lugar está hasta el fuckin’ tope de pecadores. Sin embargo, quiero ver un cambio en el mundo en términos de encarcelamientos injustos. Arruina vidas, como la mía, y conduce a injusticias aún mayores: la gente como 2-D se aprovecha para robar la fama de otras personas, como yo, que trabajaron duro para ganarla.
Estás componiendo ahí dentro. ¿Pensaste en ser solista?
M: Sí, definitivamente, carajo. Siempre supe que traer a otros miembros a mi proyecto iba a contaminar la pureza individual de mi genio. Pero hasta que los científicos logren la clonación, o al menos una forma de insertar más extremidades en mi torso, no puedo tocar la batería, los sintetizadores, las guitarras, cantar y menear el culo todo a la vez, ¿o sí?
La soberbia en sus respuestas revela la ignorancia: Murdoc aún no sabe que Gorillaz encontró un reemplazo en Ace, de la Banda Gangrena –esa mafia de villanos que conspira contra Las Chicas Superpoderosas. El nuevo miembro apareció primero en el video de “Humility”; después, en el reciente álbum The Now Now y ahora, en la gira. Cada respiración de Ace le enseña a Murdoc su propia condena, mientras sacia la venganza de 2-D.
El arco narrativo de Gorillaz creció tanto que necesitó alimentarse de otro mundo. Tiene sentido que Ace haya sido el elegido: los universos de las dos animaciones ya habían sido cruzados –por ejemplo, en 2002, circuló una foto de 2-D con una remera que tenía la estampa de Mojo Jojo, el enemigo principal de Las Chicas Superpoderosas; y en la película del trío de heroínas de ese mismo año, se puede leer en la contratapa de un diario el anuncio de un show de Gorillaz–. Pero eso no es todo: corre por Internet la teoría de que el diablo andrógino de las Superpoderosas, alias “Él” (en inglés, “Him”), ingresará en la historia que nos compete. De hecho, en el video de “Humility” se puede leer en diversas oportunidades la frase: “Save us from Him” (“Sálvanos de Él”).
“Ace es genial. Hizo carrera en el mundo del espectáculo explotando pelotas a los más chicos y robándoles el dinero para el almuerzo. Ace no me ha reclamado un centavo, lo que demuestra el respeto que siente por mis nuevas canciones –dice 2-D–. Sin embargo, sí se ha tomado el atrevimiento de gastar muchas de nuestras libras y peniques. También se robó mi tostadora y se la vendió a Russel por cinco dólares. Russel tuvo la amabilidad de dejarme comprársela por diez. Funcionamos bien juntos”.
Una cadena de fuerzas se puso en marcha para que Gorillaz no recibiera un knock out frente a tantos golpes: la banda se puso en guardia y contratacó con The Now Now, el sucesor de Humanz (2017). Producido por James Ford (Arctic Monkeys, Florence and The Machine, Foals, Depeche Mode), su sexto álbum de estudio cuenta con las colaboraciones de Snoop Dogg, Jamie Principle y la leyenda del jazz George Benson. Damon Albarn mojó su pluma en lágrimas de confesiones desesperadas para confirmar un presente popero y pesimista, en donde las guitarras líquidas, los sintetizadores acolchonados y los destellos electrónicos proponen un futuro feliz. Siguiente golpe: anunció que la segunda edición del Demon Dayz –el festival que Gorillaz organiza y cuyo cartel encabeza– será en octubre y por primera vez en los Estados Unidos, en lugar de Inglaterra. Entre las figuras más importantes que acompañarán al grupo están Erykah Badu, The Internet y DRAM. Y en el ínterin, la guitarrista Noodle y el baterista Russel compartieron su descanso con Billboard:
Cuando Noodle entró al grupo tenía apenas diez años. Hace poco, The Guardian cuestionó a Sia por trabajar con Maddie Ziegler, que tiene 15. El periodista decía en la nota: “Si la fama es tan dañina, ¿por qué dársela a un niño?”. ¿Cuál es su visión al respecto?
Russel: Woah, es difícil… Supongo que lo que estás insinuando es que la fama corrompe. No estoy de acuerdo con eso, no si se maneja de la manera correcta. Actualmente, estoy intentando que eso no afecte a 2-D, ahora que tuvo un boom de seguidores (él los llama “2-Discípulos”, adorable, ¿no?). La verdad es que Noodle siempre ha sido más madura que el resto de nosotros. Antes de unirse a la banda, ya había atravesado toda una vida de dolor. Imaginate que la chica llegó con una armadura completa de samurái.
Humanz dejó flotando una pregunta: ¿están vivos o programados?
Noodle: Eeeh, ¿me estás haciendo la pregunta filosófica más profunda de todo el universo? Bueno, ¡gracias! ¿Si tenemos libre albedrío? Mmm… esta mañana 2-D se sirvió accidentalmente un poco de mi kombu en sus cereales. Por cierto, kombu es una especie de alga comestible y deshidratada del noreste de Asia. Quienquiera que sea el que lo programó para que hiciera eso tiene un gran sentido del humor. La verdad es que todos intentamos programarnos entre nosotros. Pero ¿acaso eso significa que no estamos vivos? Estar vivo y programado es parte de lo mismo. Creo. O quizás estoy programada para pensar así. ¡Ah! ¡Colapso de neuronas! Esto es tu culpa. Ahora debo permanecer colgada cabeza abajo durante una hora. ¡Chau!