Según confirmó la banda en un comunicado ayer, murió Gleen Frey, miembro fundador y guitarrista de Eagles, uno de las bandas más populares y exitosas comercialmente en los setenta. “Glenn luchó valientemente durante las últimas semanas pero, tristemente, sucumbió a las complicaciones de una artritis reumatoide, una colitis ulcerosa aguda y una neumonía”, dice el comunicado. “Las palabras no pueden describir nuestro pesar, ni el amor y respeto que nos dio a nosotros, a su familia, a la comunidad musical y a millones de fans en todo el mundo.”
Frey estuvo batallando contra complicaciones intestinales que provocaron la postergación del homenaje a la banda en el Kennedy Center. Un comunicado de la banda por entonces decía que el problema requería “una cirugía mayor y un largo período de recuperación”.
Don Henley, baterista y cantante de Eagles, emitió su propio mensaje: “Él era como un hermano para mí; éramos familia, y como la mayoría de las familias, había algo disfuncional. Pero la unión que forjamos hace 45 años nunca se rompió, incluso durante los 14 años que Eagles estuvo disuelto. Éramos dos hombres jóvenes que hicieron su peregrinaje a Los Ángeles con el mismo sueño: dejar nuestro sello en la industria musical. Y con perseverancia, y un amor profundo por la música, nuestra alianza con otros grandes músicos y nuestro manager –Irving Azoff– construimos algo que duró más de lo que cualquiera hubiera soñado. Pero Glenn fue el que empezó todo. Era la bujía, el hombre con el plan. Tenía un conocimiento enciclopédico de la música popular y una ética de trabajo que nunca abandonaría. Era gracioso, obstinado, temperamental, generoso y muy talentoso. Amaba a su mujer y a sus hijos más que a nada. Estamos todos en estado de shock, incrédulos y muy dolidos. Llevamos nuestra gira History of the Eagles a un cierre triunfal a finales de julio y ahora él se fue. No estoy seguro de creer en la fe, pero sé que cruzar caminos con Gleen Lewis Frey en 1970 me cambió la vida, y eventualmente tuvo un impacto en la vida de millones de personas en el planeta. Será muy raro seguir adelante en un mundo sin él. Pero todos los días estaré agradecido de que haya estado en mi vida. Descansa en paz, hermano. Hiciste lo que tenías que hacer, y más todavía.”
Frey nació el 6 de noviembre de 1948 en Detroit y creció junto a los sonidos de la Motown así como del rock más duro de su ciudad natal. Tocó en varias bandas locales y se conectó con Bob Seger al convencerlo de que escribiera una canción para su grupo de entonces, The Mushrooms. También se puede escuchar a Frey tirando voces de fondo muy fuertes (sobre todo en el estribillo) en el primer hit de Seger, Ramblin’ Gamblin’ Man, que a su vez fue la primera aparición de Frey en una grabación.
Pero no pasó mucho tiempo hasta que los climas más cálidos llamaron y Frey siguió a su novia de entonces, Joan Silwin, a Los Ángeles. Su hermana Alexandra era miembro de Honey Ltd., un grupo de mujeres asociadas con Lee Hazlewood, productor de Nancy Sinatra. Ella le presentó a su amigo John David Souther. Fue una presentación portentosa. Poco después, ambos vivían como compañeros de cuarto en el Este de Los Ángeles junto a otro aspirante a compositor llamado Jackson Browne. Los tres se involucraron rápidamente en la florenciente escena country-rock de Los Ángeles alrededor del club Troubadour que empezó con los Byrds, proliferó con Gram Parsons y los Flying Burrito Brothers y dominaría, de manera sofisticada, el grueso de las ondas americanas durante los 70. Pero primero, Frey y Souther pagarían su derecho de piso como un dúo sin éxito llamado Longbranch Pennywhistle. La pareja lanzaría un álbum homónimo en el pequeño sello indie Amos Records en 1969, pero pronto se separaría.
En 1971, la futura superestrella del country-rock, Linda Ronstadt, estaba buscando una banda de acompañamiento, y advertida por Souther, su novio, contrató a Frey y a su amigo baterista, Don Henley. En la noche de su primer show con Ronstadt, el ambicioso dúo decidió formar su propia banda y más tarde reclutarían al bajista Randy Meisner y al exguitarrista de los Burritos, Bernie Leadon. The Eagles sería una de las primeras bandas contratadas por el nuevo sello de David Geffen: Asylum. El grupo tuvo un éxito inmediato de la mano de su primer single, Take it Easy, una canción escrita casi enteramente por Jackson Browne, con algunas letras agregadas por Frey.
Por medio de hits a mediados de los setenta, como Peaceful Easy Feeling, Desperado, Tequila Sunrise, Best of My Love (Nº 1 en marzo de 1975), Witchy Woman, el funkie One of These Nights (Nº 1 en agosto de 1975) y el más rockero Already Gone (muchos de ellos escritos por miembros de la banda en colaboración con Souther), The Eagles comenzó a portar los estandartes, y Asylum Records se convirtió en el epicentro de la explosión del soft-rock californiano.
El guitarrista Don Felder rellenaría el sonido de la banda en 1974, y después de que Leadon se fuera al año siguiente, se unió el guitarrista Joe Walsh, reforzando el estilo del grupo a niveles más elevados con el disco Hotel California (1976), que llegó al Nº 1 con el tema homónimo y con el tema de Frey, New Kid in Town, posiblemente su canción más representativa.
Junto a Rumours, de Fleetwood Mac, ambos discos representaron el estilo, las drogas y la decadencia de la escena rockera en California durante los últimos setentas. Pero las drogas, los egos y el éxito pronto cobraron su peaje, y pasaron tres años hasta que Eagles lanzó el siguiente álbum, The Long Run. Estimulado por el single Heartache Tonight (Nº1 en el Hot 100), el álbum fue un éxito comercial y ayudó a la industria a salir de la caída en las ventas post disco. Pero la banda sucumbió a las peleas y se separó en 1980.
Frey se embarcó en una fructífera carrera solista, lanzando una serie de hits en los ochenta, algunos de los cuales fueron incluidos en los soundtracks de Beverly Hills Cop (The Heat is On) y Miami Vice (You Belong to the City). Él fue incluso un personaje regular en este último show, retratando a un contrabandista que toca la guitarra llamado Jimmy Cole.
Pero los hits empezaron a escasear en los noventa, y pronto Irving Azoff, el viejo mánager del grupo, ideó la gira de regreso. El título de la gira se burlaba de los motivos por los cuales la banda se había separado: Hell Freezer Over (“El infierno se congela”). El grupo siguió girando periódicamente –y lucrativamente– durante las últimas dos décadas, lanzando poco material nuevo y enfocándose en los trabajos solistas de cada uno. En 2012, Frey publicó su primer álbum desde los noventa, una colección de estándares pop llamado After Hours.
No hay dudas de la calidad duradera de sus hits o de los fresco de su sonido, particularmente en las armonías de Henley, Frey y Meisner. Durante años, su colección The Greatest Hits de 1976 intercambia lugares con el Thriller de Michael Jackson entre el tope de ventas de álbumes de todos los tiempos. Frey y Henley lideraron a Eagles y fueron los únicos dos miembros constantes, y es difícil imaginar al grupo continuando sin él.
Hablando con Billboard sobre el soberbio documental History of The Eagles, Part 1, Frey dijo: “No podría haber pedido un mejor desenlace para un grupo de pibes en sus veintes queriendo meterse en el negocio de la música. Éramos jóvenes, cometimos errores, lo seguimos haciendo. Es la historia de una banda norteamericana, pero también es la historia de las canciones que escribimos y lo que esas canciones hicieron a las personas. Estamos acá por que a todos les gustan las canciones.”