Francisca Valenzuela está viviendo un semestre cargado de actividades. Después de actuar por tercera vez en el festival Lollapalooza Chile fue nominada en los premios Pulsar; los galardones que distinguen lo mejor de la música chilena. Su más reciente single “Ya no se trata de ti” fue reconocido en la categoría “Canción del Año”.
La balada moderna y confesional adelanta lo que será su cuarto álbum de estudio que la artista editará en 2019. La canción llega acompañada de un video que nuevamente fue dirigido por ella tras su debut como directora en el clip de su anterior sencillo: “Tómame”.
Antes de su regreso a la Argentina, en el que se presentará el 18 de mayo en el Festival Nuestro en Tecnópolis, hablamos con la artista sobre su presente que se asoma al mainstream, su participación en el homenaje a Yoko Ono y su infancia en los Estados Unidos.
Tu gran presente es un signo de estos tiempos, donde las propuestas de las cantautoras, a nivel continente, están tomando preponderancia, ¿lo considerás así?
-Absolutamente, al fin se está abriendo la postura de “lo que se considera importante”. Cuando comencé mi carrera lo que se consideraba “música de verdad” estaba enfocado en un solo tipo de artistas, y hoy, eso se ha ido ampliando. Era un cambio súper necesario, digamos, que haya una real diversidad de voces, estilos, colores. Por suerte, están cobrando fuerza y protagonismo estas voces, y esa es la verdadera representación de la sociedad. Estoy contenta que haya espacio para nuevas voces y otras que han estado hace tiempo, y recién ahora se les abre el juego.
Has vivido en los EEUU pero tu obra está muy relacionada a Latinoamérica, ¿qué te ha quedado de esa infancia allí?
-De una manera soy gringa, mi familia se fue a Estados Unidos cuando yo era chica. Tengo familia en ambos lados, y en alguna manera, me crié en ambas partes. Es parte de mi historia. Escuchaba mucha música anglo y pop, y el descubrimiento de mi identidad latinoamericana fue a distancia porque en mi casa se escuchaba a Silvio Rodríguez. Tengo una identidad chilena muy fuerte pero una parte de mi tiene un vínculo con los Estados Unidos.
Hace poco estuviste en el homenaje a Yoko Ono, ¿cómo fue la experiencia?
-Yoko es una artistas que la demonificaron como si tuviera el poder de separar una banda. Yo soy fan suya como artista visual, y cuando me invitaron a participar de este homenaje con la filarmónica de Los Ángeles me puse a investigar más su obra y me fascine. Por lo atrevida, lo lúdica, nunca pide disculpas y hace lo que ella realmente quiere, me inspiró mucho. Siempre usa la plataforma creativa como un vehículo de transmisión de algo real, un reclamo social o una historia cruda e inspiradora. Había un montón de artistas en el homenaje así que fue una experiencia muy emocionante.
Con la explosión de la música latina en los últimos años, muchos artistas pop han sumado elementos de los ritmos latinos a sus canciones, ¿lo has considerado?
-Es una pregunta desafiante. Muchas veces uno se va guiando intuitivamente con lo que conecta contigo. En mi carrera siempre he explorado de forma ecléctica, con este nuevo disco creo que renové mi compromiso con la música. Siento una convicción e intuición muy fuerte con lo que conecta conmigo y puede tomar diferentes formas pero todo tiene mi identidad. Al final del día, lo que rige conmigo es lo que se siente cómodo, puede ser un bolero como hice para Américo o un pop electrónico. En ese sentido, me siento promiscua con los géneros.
Estás en un juego super mainstream y tu obra no pierde la esencia cultural, ¿cómo te llevas con el mundo de las millones de reproducciones y los premios?
-Yo vengo de una carrera que ha nacido de forma super independiente. Y siempre trabaje con ese espíritu. Sería mentira decir que no pienso en las reproducciones y los números porque si lo hago, de alguna manera u otra, una siempre piensa en el éxito mensurable. Esas inseguridades existen. Pero por otra parte, al final del día, me doy cuenta que he escrito y compuesto para mí y por mí. Es un impulso innato y natural que existe dentro de mí. Es el punto de origen de todo, lo que me mantiene motivada y concentrada. Soy super mega fan de la música pop, tomó esas herramientas pero las canalizó a mi manera. No le hago asco a la masificación pero necesito que todo tenga mi sabor. El final los artistas siempre estamos creando nuevos caminos, o así lo siento con mi generación que por cuestiones circunstanciales ha nacido de forma independiente. Hay que encontrar un balance y una manera con el arte de la creación que le sea sano a una. A medida que vas creciendo y te sientes más cómoda con lo que haces más fluido sale todo.
Las entradas para el Festival Nuestro se pueden conseguir por TuEntrada.com, desde $1.100.