Algunos meses después de fracturarse su pierna en plena gira a mitad de 2015, Dave Grohl anunció que Foo Fighters entraría en una pausa indefinida. A mediados del año siguiente, el frontman de 48 años se dio cuenta de que no podía cumplir su palabra. “Cuando estás en el medio de un tour, empezás a culpar a la música por muchos de tus problemas –dice–. Pero la música te ayuda a sanar”. Para agitar un poco las cosas, después del lanzamiento de Sonic Highways en 2017 –grabado en ocho diferentes ciudades y presentado con una serie documental de HBO–, Grohl decidió grabar en un estudio comercial por primera vez desde 2002, trabajando a metros de Justin Timberlake y Lady Gaga. También se puso en contacto con un colaborador impensado: el productor Greg Kurstin, el genio del pop detrás de los éxitos de Sia y Adele, que, según Grohl, les concedió a algunas canciones un sonido más suave del estilo “Motörhead mezclado con Pink Floyd”. Los fans incondicionales, que esperaban el regreso de los Foo, recibieron la colección de himnos estridentes pero melódicos: Concrete Gold se convirtió en el segundo álbum de Foo Fighters en debutar en el ranking Billboard 200 en el puesto N° 1. Antes de su lanzamiento, las radios roqueras abrazaron su primer single, Run, presentado sin previo aviso en junio pasado, demostrando que los Foo son aún capaces de sorprendernos y dar shows dignos de un Grammy.
FLECKENSTEIN
Creo que los fans querían que los Foo volvieran concentrados en el sonido clásico de la banda, pero en una forma más actualizada.
GROHL
Pensé que lo más extraño que podríamos hacer es un disco como el resto de las bandas hacen [en un estudio comercial]. Es emocionante cuando estás en un lugar activo donde todo el mundo se está inspirando mutuamente. Es la primera vez que esto ocurre desde los malditos 90.
BLAIR
Dave estaba sentado en mi oficina describiendo el disco como si fuera “Sgt. Pepper’s hecho por Slayer”. No me lo podía imaginar. Cuando lo escuchás, lo comprendés totalmente, pero ese fue el desafío que tuvo la radio. Nadie había escuchado tal agresividad en una canción de Foo Fighters en mucho tiempo.
GROHL
Cuando escribí Run no podía ni siquiera moverme. Hay en esa canción un poco de catarsis. Soy un gran fan del thrash metal de la vieja escuela, así que estaba muy motivado, 22 años siendo parte de Foo Fighters, por fin tengo la canción que es probablemente la más pesada de todas las que hemos grabado.
MENDEL
Sabía que sería así como abriríamos los shows de una gira de un año y medio… con ese riff. Lo curioso de Run es que tiene un ritmo de reggaetón y ni siquiera nos dimos cuenta.
GROHL
Dije “¿Qué carajo es un ritmo de reggaetón?”. Y Greg nos mostró seis canciones en la radio, hechas por Justin Bieber y todos los demás.