La bailarina Flor Jazmín Peña se enlazó con Billboard para conversar acerca de sus inicios y la actualidad, entre coreografías y teatro.
¿Tenés algún recuerdo de cuando dejó de ser un hobbie?
Sí, hubo un momento muy claro. Bueno, yo laburé de muchísimas cosas, en un momento empiezo a trabajar de promotora. Trabajaba súper workaholic, muchas horas, muchas horas. Lo que tiene la promo es que te llaman de hoy para mañana y vos cambiás toda tu agenda porque está bueno el dinero y vas, invertís todo tu día ahí. Un día me llamó Nani Ahumada, una coreógrafa súper conocida para trabajar e ir a un programa con un cantante. Yo estaba haciendo una promo, la promo ganadera, que son como 21 días seguidos parada en la rural. Y yo que soy de Lanús, entonces en el 160, en el bondi, un montón de horas, se me iba todo el mes en la promo. Pero era dinero para pagar después de las clases. Cuestión que me llaman para hacer esa presentación y yo estaba haciendo la prono y tenía muy buen feeling con ese jefe que me había dado el laburo, porque siempre me daba trabajo. No lo iba a hacer, me hice la interesante. Pensaba que quizá no valía la pena, mi jefe siempre me daba trabajo. Pero cuando lo miro por televisión… era para bailar en lo de Susana Gimenez, al lado de Tini Stoessel y se venía la China. Me quería matar. Hice todo mal.
¿Y cómo seguiste?
Ahí mi vieja se sentò conmigo y me dijo que le parecía que tenía que tomar una decisión. O laburás y tenés dinero hoy o empezás a tomar más clases. Yo vivía con ellos. Es tremendo, soy muy partidaria de que donde uno pone la energía, si tiene que ver con vos efectivamente eso carece y aumenta. Fue empezar a decir que “no” a algo, a veces los no son más importantes que los sí. Le dije que no a eso y empecé a tomar clases y me involucré con el ambiente. Empecé a tomar clases y ahí es donde te ven los profes. Los profes después son coreógrafos de artistas, así fue como empecé a laburar y me empezaron a llamar como una bailarina. Después empecé a dar clases. Empecé de no tener un solo alumno y salí y me compré tres bombones a estar feliz, agotar las clases en el conurbano. Agotar seminarios. Me ayudó mucho Instagram, empecé a subir videos ahí y gustó un montón. Empecé a dejar todo lo que no tenía que ver con el baile para dedicarme solo a eso y trabajar de eso.
Te digo cuatro cosas: no es gracias a Instagram, sino vos. Lo del no, estoy de acuerdo. Casi mi gira por Europa.
¡Eso fue tremendo! Viste cuando te dicen cuàndo te rompieron el corazón. Fue ese momento. El mío fue laboral. Tenía mis primeros trabajos como bailarina, con colegas y artistas que admiraba un montón. En eso viene TIni a hacer el casting acá y fue tremendo. Convocatoria de cientos y cientos de bailarines. Quedaban 8, 3 hombres. 6 mujeres y se iban 5. Y no podía creer, pero pasó. Yo me quedé. Eran tres meses en Europa. Hoy la industria creció un montón y hay más laburo para bailarín, pero en ese momento no tanto. Tini fue súper pionera. Cuestión me quedo afuera. Ahí también: crisis = oportunidad.
¿Cuál fue la buena?
Yo no venía las historias, estaba contenta por ellos, pero bueno. Entonces ahí pensé que si un artista veía un bailarín en Instagram sin seguidores y a mí con, quizá le sirvo. Entonces empecé a armar contenido para Instagram. En ese momento no estaba tan de moda subir el video, me empecè a fijar en esas cosas. Subirlo en buena calidad, con buena luz, etcétera. Tengo un amigo, Agus Franzoni, que siempre me dio una mano gigante. Él me filmaba bien y creo que siempre que un contenido se ve bien garpa más con uno grabado con tu celu.
Lo podemos discutir, creo que también está tu talento. También creo que en esta cuarentena salió lo genuino…
Sí, total. Ahora estoy tratando de cuidarme un poco más, pero si me veías antes… Mis historias, ¡no!
¡Yo te veo! Uno de mi canales, porque para mi Instagram es como la tele, es el tuyo
Sí, me copo tarde a las movidas igual. Tardé en hacer mi filtro y hoy subo un video de un tema de Cazzu que ya quedó tapado por su disco. Pero bueno, confío en la gente. Lo blanqueo, lo que hago, lo hago con amor.
¿Quiénes son tus coreografos de música preferidos?
No sé si tengo preferidos, pero sí amé lo que hizo Paris Gowell con Justin Bieber. Coreografó todo un disco. Cuando vino acá se vio, la danza era protagonista. La danza siempre está como un condimento y un rol secundario. Los bailarines cambian el show completamente, pero siempre están acompañando. Lo que hizo ella fue poner a la danza en primera persona.