Una a una, las mujeres de Fifth Harmony se sientan en la mesa de picnic del balcón de un shopping en Santa Mónica. Vinieron para una clase de cocina, pero no perdieron nada del estilo. Ally Brooke Hernandez, de 24 años, tiene un vestido de dos colores, con un sombrero de cuero negro y una pollera con un suéter rosa peludo. Normani Kordei, de 21, se acentuó con dos aros de cromo y uñas plateadas. Lauren Jauregui, de 21, usa una blusa de encaje y lleva a su cachorro, un perro que rescató y le puso Leo. Por último está Dinah Jane Hansen, de 20 años, que se saca una campera con motivo floral y revela una remera amarilla que dice en letras de molde: “Soy un puto rayo de sol”.
Fifth Harmony solía girar por este tipo de shoppings: comprando de pueblo en pueblo, iluminadas por los carteles de las casas de ropa. Eso fue en 2013, poco más de un año después de que Simon Cowell y Antonio “L.A” Reid eligieran la formación mientras revisaban fotos de las participantes de The X Factor. Trataron de elegir un nombre en dos ocasiones: el primero (LYLAS, “Love You Like A Sister”) ya estaba en uso, y en cuanto al segundo (1432, código para “I love you, too”) fue rechazado por los jueces. En función de eso, Cowell pidió a los televidentes que sugirieran ideas on-line. Eligieron Fifth Harmony, salieron terceras y se bajaron del show para firmar contrato con Epic Records y Syco Music, de Reid y Cowell, respectivamente.
Pero esos son todos cuentos de tiempos pasados, antes de 2016, el año más importante del grupo –y uno que terminó en desastres, luego de que, exhausta y poco satisfecha, Camila Cabello optara por empezar una carrera solista–. El álbum 7/27, del año pasado, debutó en el Nº 4 del Billboard 200, impulsado por Work From Home, el primer single de un grupo femenino en llegar al top 10 del Billboard Hot 100 en casi una década. Pero la difícil separación de diciembre fue incluso más llamativa: 5H acusó a Cabello de abandonar a través de sus representantes y Cabello negó todo. Fue… raro.
“Tratá de pasar vos por eso”, responde Jauregui cuando lo digo. El resto del grupo se suma a completar el pensamiento, como hacen a menudo. “Iba a decir eso, literalmente –agrega Kordei rápidamente–. Me acuesto cada noche sabiendo que hicimos todo lo que podíamos en nuestro poder como amigas, compañeras y seres humanos para hacer que funcionara”. Y dice Hernandez: “No podés cambiar a la gente”. Finalmente, Hansen afirma: “Digamos que estamos en un mejor lugar ahora. No hay secretos en este círculo”.
Jauregui admite que casi vomitó de la ansiedad justo antes de la primera presentación de la reducida 5H en los People’s Choice Awards en enero. Pero hoy, el grupo está preparado para chocar las cinco entre sí (literalmente) mientras hablan de su gira por 7/27 y de su tercer disco, que saldrá este año por Epic.
“Honestamente, en este momento, no podríamos estar más felices”, dice Hernandez con más firmeza que la alegría que la caracteriza. El primer single como cuarteto, Down, que contó con un verso romántico de Gucci Mane –“Got me showing off my (engagement) ring like I’m Jordan” (“Ando mostrando mi anillo [de compromiso] como si fuera Jordan”)– llegó al Nº 42 del Hot 100. Mientras tanto, Cabello, que había ingresado al chart dos semanas antes con Crying in the Club, alcanzó el Nº 47. Ambos están activos en el Mainstream Top 40.
Crying in the Club es una balada al estilo de Sia y Down es un track bailable, pero tienen más en común que solo la trayectoria en los charts: ambos son temas maduros de “chicas” profesionales de las que se espera que se conviertan en mujeres seductoras. El video de 5H, que tiene más de 21,6 millones de vistas en dos semanas, incluso parece ofrecer un comentario al respecto, luego de que el grupo pasara a un motel sórdido y se retorcieran en las camas de cuartos separados. Pero las mujeres armaron su propia narrativa para las letras, que vinieron de los cocreadores de Work From Home, Ammo y DallasK. Incluyen “You the type that I could bake for / ’Cause baby, you know how to take that cake (Sos el tipo al que le cocinaría / Porque, nene, vos sabés cómo comer esa torta”) y el estribillo dice “Long as you’re holding me down / I’m going to keep loving you down (Mientras me estés sosteniendo / Voy a seguir amándote debajo)”.
“Nos lo dedicamos una a otra –dice Hansen–. Permanecimos juntas durante cinco años, así que ese mensaje es fuerte para nosotras. Estuvimos ahí para las demás en las buenas y en las malas”. Hernandez le contesta con un “Amén”.
El single es solo un corte de lo que vendrá, porque por primera vez, 5H está cocomponiendo sus canciones –más de la mitad, de hecho, de las que están destinadas al álbum nuevo–. Desde enero, vienen haciendo campamentos de composición, más que nada en Windmark Recording, a tres kilómetros de acá. El grupo a menudo se reparte en pares y después se turnan con los compositores y productores del día, entre ellos, Monsters & Strangerz, Harmony Samuels (Ariana Grande) y Sebastian Kole (Alessia Cara), ambos del pop y el R&B.
“No es que vinieron y empezaron a riffear –dice Leah Haywood sobre Dreamlab, que tiene dos canciones en el álbum–. Nos sentamos y compusimos versos juntos, porque son mujeres empoderadas que quieren empujar la agenda”. Poo Bear, el hombre al que Justin Bieber visita para componer ganchos y que trabajó con Skrillex en una sesión de 5H, agrega: “Me sorprendió mucho. Tenían mucha fuerza, estaban entusiasmadas y parecía como que querían demostrar algo”.
Estos colaboradores crean “lugares cómodos”, dice Jauregui, donde uno puede probar ideas sin miedo a ser juzgado. Pero el mundo exterior no es tan gentil. Muchos de los grupos femeninos perdieron miembros y siguieron, pero ninguno tuvo más éxito. En Vogue se marchitó sin Dawn Robinson. Destiny’s Child tuvo su pico comercial justo antes de que LeToya Luckett y LaTavia Roberson fueran expulsadas. Y el álbum de las Spice Girls que siguió a la partida de Geri Halliwell fue un fracaso rotundo.
One Direction es un ejemplo esperanzador: Made in the A.M. vendió muy bien aun sin Zayn Malik. Pero la industria es a lo mejor más benevolente con las boy bands. Si bien la música y los videos están madurando, 5H se encuentra dedicándose a una idea muy radical en su inocencia: las cuatro estrellas del pop están mejor como grupo, si bien tienen un nombre que, a esta altura del partido, se siente un poco tonto. “Los fans –dice Hernandez– son nuestro quinto miembro”.
Dwayne “The Rock” Johnson, cuya hija de 15 años, Simone, es “muy amiga” de Hansen, dice que 5H es “muy importante para muchas jovencitas en todo el mundo”. Y agrega: “Una vez que el drama [de la salida de Cabello] amaine, en vez de verlo como una pérdida tremenda, lo voy a ver como una oportunidad enorme de crecimiento”.
Ahora estamos adentro del Gourmandise School of Sweets & Savories, con los delantales puestos. Las mujeres conversan sobre cuánto les gusta el álbum Ctrl, de SZA, mientras buscan nuevas maneras de hacer clips de Snapchat, mientras cortan cebollas de verdeo para las quesadillas, chamuscan unas alitas de pollo al estilo tandoori y hacen papas fritas caseras. Supervisadas por una chef llamada Jamie, comparten tareas de cocina con una facilidad psíquica, excepto por las galletitas. El plan es que todas colaboren para hacer una tanda de galletitas con chips de chocolate. Pero entonces, Jauregui pide chocolate blanco, Hansen quiere pretzels y Hernandez pecans de Texas. Y así, lo que antes era un bol, pasa a dividirse en cuatro y Kordei termina en la alacena buscando avellanas, Rice Krispies y extracto de almendra.
Es una linda metáfora de cómo las miembros de 5H están cultivando su independencia, no solo de sus tutores corporativos, sino de sí mismas. También es completamente inadecuado a la hora de referirse a lo que estuvo viviendo Jauregui en los últimos meses, luego de que publicó en Billboard una carta abierta a los votantes de Trump: “Soy una mujer cubana-americana bisexual, y estoy muy orgullosa de serlo… estoy orgullosa de ver el espectro total de mis sentimientos, y con gusto voy a aceptar los motes de ‘tonta’ y ‘problemática’ por decir lo que pienso”.
En marzo, Jauregui compartió fotos de una sesión fotográfica de noviembre en la que estaba con su entonces novia Lucy Vives (hija del cantante colombiano Carlos Vives). Su identidad sexual, desde entonces, se plasmó bastante en su música. Jauregui apareció brevemente en el Hot 100 como invitada en Strangers, de Halsey, y al ser un dueto sobre un romance homosexual complicado, inspiró un par de artículos.
La apertura de Jauregui habla no solo de la aceptación de 5H, pero también del potencial que tiene un grupo femenino así en el mainstream en una era en que las minorías se sienten bajo ataque. En 5H todavía hay lugar para los anillos de pureza. Hernandez usa una banda que dice “El verdadero amor espera”. Ella y Kordei se identifican como cristianas. Hansen es mormona. Pero todas insisten en que la expresión de Jauregui es “apoyada”. Y Jauregui, que cree “en el universo y en una fuerza superior, como una energía”, parece satisfecha con eso. Pero al ser consultada sobre si se sentiría cómoda cantando sobre una relación con una mujer en una canción de 5H, dice: “No sé por qué tiene que ver conmigo personalmente. No significa lo mismo para todas en el grupo, que existe como una entidad completamente separada. Esa es la razón también para hacer lo tuyo”.
Kordei también agregó un nuevo capítulo a su historia. Hace poco compitió en Dancing With The Stars, volviendo a una pasión de la infancia. “Cuando era chica, iba a competencias de danza y participaba de certámenes. Mi abuela me hacía mis disfraces y vestidos. Me acuerdo de ver el show en el sillón con ella, y ella solía pausar la televisión para hacer sketches basándose en lo que veía”, cuenta. Kordei y su compañero, Val Chmerkovskiy, terminaron terceros, lo cual es impresionante considerando que por las primeras tres semanas voló a Los Ángeles directo desde la gira asiática de 5H, tomando melatonina en el avión y mucho café (un nuevo hábito) antes de bailar el chachachá.
Hernandez acaba de lanzar una canción de verano con el dúo de DJ Lost Kings y A$AP Ferg. También tuvo una sesión de composición con la cantante de country- folk cristiana Cindy Morgan, y habla de la carrera en actuación que quiere empezar este año. Hansen tiene un tema de RedOne junto a Fetty Wap y French Montana sin lanzar, ama el tenis y bromea con convertirse en una estrella de vóley. “Estoy en un lugar en el que me identifico constantemente”, dice. En otras palabras: encontrar su espacio en lo que sería el imperio multidisciplinario de 5H.
“El año pasado aprendimos una lección sobre la salud mental y sobre asegurarnos de alejarnos de algo. Hace que esto sea más fuerte”, dice Jauregui. “Fifth Harmony es la base –sostiene Kordei– a la que siempre vamos a volver”. Hernandez coincide. Por supuesto, cuando tus vacaciones consisten en trabajar, no hay mucho lugar para vivir. Todas describen sus días como “un torbellino”, y Hansen dice que no sabe “qué significa estar de vacaciones”. Y en un momento tranquilo en la cocina, Hernandez confiesa que no hay nada que quiera más en el mundo que casarse. Pero las chicas ni siquiera tienen casas lejos de sus familias: las casas estarían vacías.