El predio contaba con dos grandes escenarios y tres espacios más chicos en los que se podían ver shows de stand up, leer poesía y disfrutar de diferentes expresiones artísticas. Previo al ingreso, se encontraba el espacio de prensa donde distintos medios como Rock & Pop, FM Mega, Quiero Música y Billboard se encargaron de seguir minuto a minuto lo que pasaba.
La gastronomía y los foodtrucks fueron otra de las principales atracciones. El lugar contaba con un patio cervecero y un sector de juegos para disfrutar en familia, como el metegol o el fútbol tenis. Cerca del Escenario Mate estaba el cásico fogón, ideal para fomentar el intercambio y la interacción.
Contravoz y Andando Descalzo fueron los encargados de abrir los escenarios principales Ñ y Churro, y cerca de las 15 h, muchas personas se concentraron en el Escenario Mate para ver el stand up de Angie Sammartino y Carla Neira.
La dosis de rock alternativo estuvo en manos de Akasha y Boom Boom Kid. Por su parte, Nekro salió a escena con una energía arrolladora que hizo delirar a un público que cada vez era más numeroso.
Llegó el turno de Bersuit Vergarabat. La banda con mayor trayectoria de la grilla comenzó con Huayno 14 perteneciente a El baile interior y Por si pasa, canción que forma parte de su último disco Nube rosa. Yo tomo, El tiempo no para y El viejo de arriba fueron los puntos más altos de una presentación en la que no faltaron los clásicos Porteño de ley, La bolsa y Desconexión sideral.
Mientras, el stand up seguía dominando el Escenario Mate con Nora Schiavoni y Luciana Faisman. Un taller de escritura se llevaba a cabo en el Escenario Poesía y Escritura, y en el Espacio Digital se proyectaba una muestra fotográfica de Martín Bonetto.
La fiesta de Los Caligaris se hizo presente pasadas las 16:30 h en el Escenario Churro, donde personas con caras pintadas y pelucas de todos colores se mezclaban entre el público que bailaba y cantaba al ritmo de Todos Locos, Nadie es perfecto y Ji ji ji.
Antes de la llegada de Las Pelotas y Las Pastillas del Abuelo, la tarde iba tomando color y subiendo de tono con la presentación de El Cuarteto de Nos. Buen día Benito y El hijo de Hernández fueron el arranque de un show que, en cincuenta minutos, repasó temas como No llora, Enamorado tuyo, Apocalipsis zombi y Gaucho Power. El chamamé tuvo su espacio con la acordeón del Chango Spasiuk, que tocó temas como Tierra colorada y Seguir viviendo sin tu amor e invitó a Ricardo Iorio para interpretar Río Paraná y Sé vos.
Minutos más tarde, llegó el turno de uno de los grupos más fuertes de la jornada: Las Pelotas. En una hora y media, tocaron más de veinte canciones. En Como un buey y Día feliz invitaron a Gabriel Nava y en Sin hilo y El ojo blindado a Fernando Ruiz Díaz.
Cariño reptil, Por ahora y Sin darle tiempo fueron algunas de las elegidas por El Kuelgue, antes de que Las Pastillas del Abuelo tomaran por asalto el escenario. La banda liderada por Piti Fernández realizó un show demoledor, en el que tocaron 25 temas y el público no paró de saltar, cantar y agitar sus remeras durante dos horas. Repasaron canciones de toda su carrera y se dieron el gusto de tocar algunas que habían relegado de las listas en este último tiempo. «Alguna vez dijimos que este tema no lo íbamos a tocar mas«, afirmó Piti antes de que empiece a sonar Skalipso. Otra vuelta de tuerca y Viejo Karma fueron un cierre a toda orquesta.
El anteúltimo show de la velada estuvo a cargo de Roberto Pettinato, que presentó su reciente álbum Sumo x Pettinato e interpretó Disco baby disco, Mejor no hablar de ciertas cosas y Fuck You, entre otras.
Nonpalidece coronó la fría noche en Tecnópolis, dejando en claro que «el reggae por los barrios hace bien y es necesario». Para festejar sus 20 años de trayectoria, hicieron canciones de todos sus discos y cerraron el festival con un tributo a Bob Marley.