Con el doble de entradas vendidas que en su primera edición, el Festival Buena Vibra recibió a los mendocinos de Usted Señálemelo, que estrenaron su segundo álbum, y a Yataians, quienes aportaron una dosis de dub; luego, Jvlian −ganadores del Ballatine’s True Sounds 2015− y Tobogán Andaluz fueron los encargados de cerrar una noche cargada de futuro.
Se pudo ver a Goyo Degano e Iñaki Colombo de Bandalos Chinos dando vueltas por ahí, antes de su show del viernes en Niceto. El actor Esteban Lamothe −organizador del Rucho Fest−, Francisco Wechsler de Aloe, Simón Poxyran, Vera Spinetta y Tomi Morano de Bitbox también estuvieron entre un público marcado por el arte, la bohemia y una suerte de neo hippismo que aplaudió a parte de una camada de bandas que están renovando la escena nacional.
Entre partidos de ping pong, vasos de cerveza, cortes de pelo a cargo de Prana y obras de arte, el evento funcionó hasta las 4:30 am como un encuentro social alternativo a bares y boliches. “Están pasado cosas espectaculares y se vienen cosas aun mejores”, celebró Joaquín Speroni productor de la fecha, quien en converación con Indie Hoy, anticipó: “Las cuatro bandas se merecen estar ahí. Merecen hacer un Konex y tocar juntas”.
El eclecticismo del lineup fue un buen parámetro para mostrar cómo los grupos nuevos pueden convivir más allá de los estilos y, sobre todo, apoyarse mutuamente. “Vamos a jubilar al rock nacional”, se escuchó decir a un nuevo promotor.
Ojalá que el espíritu independiente entienda que su crecimiento es paralelo al de la música en general y que no existen razones de enfrentamiento con los artistas ya consagrados. “Gracias a las redes, esta generación tiene su propia visibilidad”, analizó un periodista. Al fin y al cabo, la función del under o de la escena emergente es participar de un espacio y momento para experimentar y proponer cosas arriesgadas antes de presentarlas, en el mejor de los casos, ante una audiencia masiva.